Vigilantes dignos de mención

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Vigilantes dignos de mención
Saúl Ardura, apuñalado por un ladrón, y Javier Quintela, que evitó la agresión a un médico, logran un reconocimiento oficial de la Policía por su labor de seguridad


«Corres riesgos, pero los asumes como parte del trabajo», explica Ardura . Gijón

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Arriba, Saúl Ardura, en su domicilio, donde pasa su convalecencia,
muestra el diploma honorífico policial. Sobre estas líneas,
Javier Quintela, en su puesto de trabajo.

Ángel CABRANES
Ni trabajan con pistola ni tienen rango de autoridad como los agentes policiales, pero los gijoneses Javier Quintela y Saúl Ardura, vigilantes de seguridad, saben lo que es jugarse la vida por los demás. Lo saben ellos, sus familias, y también la Policía Nacional gijonesa, que en su última fiesta de los Ángeles Custodios les incluyó -con una mención honorífica- entre los profesionales distinguidos por sus acciones. Una mención que ellos conservan con especial cariño.

Quintela, vigilante del Hospital de Jove, logró evitar un intento de apuñalamiento por parte de una paciente con perfil psiquiátrico a una de las doctoras del centro. Peor suerte corrió Ardura, quien recibió un navajazo como represalia de un ladrón al que días antes había localizado intentando robar en el supermercado donde está destinado. El suceso ocurrió en mayo y todavía sigue de baja.

Sus gestos heroicos y de buen hacer -así lo considera el Cuerpo Nacional de Policía- son para Javier Quintela, simples «gajes del oficio». A él, sus nueve años de ejercicio profesional le tienen acostumbrado a todo tipo de incidentes. «Todavía tengo dos juicios pendientes», admite en la puerta del Hospital de Jove, donde lleva destinado los últimos cinco años. Aún así, este gijonés de 33 años reconoce que el incidente vivido hace unos meses con una paciente fue uno de los más desagradables a los que se ha enfrentado. «No era la primera vez que acudía al hospital y aseguraba que en anteriores ocasiones se le había tratado mal. Llegó con una navaja abierta y escondida entre la ropa, bajo la exigencia de ver a una de las doctoras del centro y también a mi compañero vigilante. Quería ser atendida con prioridad sobre el resto de los enfermos y ante la negativa de los responsables enarboló el arma», detalla Quintela. A él le tocó intentar que la implicada abandonara urgencias, y ahí comenzó un forcejeo. «Tuvo que ayudarme parte del personal médico a reducirla, con el consabido riesgo de que nos apuñalara. Fue necesario ponerle contenciones mecánicas (correas abdominales y de pies), de las que también se zafó», explica Quintela. La Policía terminó con una de las noches más accidentadas en el Hospital de Jove llevándose a la mujer detenida.

También terminó arrestado el causante del apuñalamiento a Saúl Ardura. Este vigilante de 36 años, madrileño de nacimiento pero residente en Gijón desde que tenía apenas uno, cree que «casi he vuelto a nacer, porque perdí mucha sangre en aquella reyerta». Todo comenzó días antes del suceso, cuando Ardura, encargado de la vigilancia de un supermercado, intervino a una pareja con material robado. «Ese día me amenazaron, pero no le di mayor importancia», recuerda el protagonista. Fue el 11 de mayo cuando, en su día de descanso y tras salir a hacer unas compras, volvió a encontrarse con los implicados.

«El hombre se dirigió corriendo hacia mi con un cuchillo y sufrí una puñalada en un muslo que terminó rozándome la femoral», recuerda el gijonés. Los autores se dieron a la fuga, pero gracias a la colaboración ciudadana terminaron detenidos. «No pude seguirles porque terminé inconsciente en la cera. Uno de los vecinos vio donde tiraron el arma y el lugar hacia el que huyeron y gracias a ellos pudieron ser atrapados», afirma el vigilante herido.

Saúl Ardura acaba de iniciar el proceso de rehabilitación de sus lesiones. «El tiempo lo cura todo», subraya optimista. Eso no supone que se olvide de agradecer «la rápida actuación policial y médica», que le salvaron la vida y le han dejado un recuerdo digno de mención.

Aqui tenemos un poco de reconocimiento por parte de la Autoridad, y la pena viene despues, cuando la empresa tiene que abonar las distintas menciones, ya sea en dinero o con vacaciones y se hace la "sueca", como paso en el Hospital General de Elche, donde cuatro vigilantes fueron galardonados con la mencion tipo A, y al final tuvieron que acabar en los juzgados, y la empresa claudico despues de casi un año en abonarles lo que dice el convenio colectivo.
Es una pena que empresas de gran abolengo destiñan una mencion o premio a una labor donde a veces se pone en juego el fisico del vigilante.

Me quedo con el saber estar y con la labor llevada a cabo por este compañero, por que lo que importa es la vida de uno, después lo que piensen las empresas que les corresponda tener a estos grandes profesionales sabemos que no valoran y siempre barrerán para sus intereses, las empresas con una palmadita en la espalda creen que es suficiente.
Enhorabuena a estos compañeros y a sentirse orgulloso de su labor, sin duda es un claro ejemplo no solo para los demás compañeros, sino para las empresas de seguridad, que deberían valorar a estos verdaderos vigilantes de seguridad y no a otros que en lugar de hacer su trabajo lo que buscan es colgarse medallitas a costa de sus propios compañeros.

SALUDOS...

Todos los vigilantes de seguridad son dignos de mencion.
Hay compañeros que por hechos realizados son reconocidos pero por nuestra profesion todos merecen esta mencion

Raúl Sevilla escribió:Todos los vigilantes de seguridad son dignos de mencion.
Hay compañeros que por hechos realizados son reconocidos pero por nuestra profesion todos merecen esta mencion

Efectivamente, todos son dignos de mención por el trabajo diario. Unos tienen que salir de situaciones complicadas y por ello les dan una mención, otros sin embargo con el trabajo que realizan provocan no tener que estar en situaciones complicadas...

Esto debería de ser como antiguamente en la mili, valor... se le supone. Aunque el elegir esta profesión ya tiene un plus de valor.

Un saludo.

Estoy en la línea de alma, pero si me lo permitís añadiría que en este país cuando sucede una actuación de un compañero de similares características a las ya comentadas como las de estos compañeros no se suele valorar mucho en líneas generales, ni por parte del cliente y ni mucho menos por parte de la empresa a la cual presta sus servicios como tal. Lo injusto de todo es que cuando suceden irregularidades cometidas por otros compañeros en acto de servicios, que no voy a citar ahora, se tiende siempre a generalizar y a meternos a todos en el mismo saco, ese es el problema de la opinión de este país, que se generaliza mucho sobre según que funciones.

SALUDOS…

Vigilantes dignos de mención = todos.
unos más que otros, pero todos los que al salir de casa no sabemos si volveremos sanos a casa somos dignos de mención.

Hoy en día nadie se complica la vida y el que lo hace es por que le va la marcha.

SALUDOS...

La verdad es que hay ocasiones en que te planteas el intervenir ó no devido a que tu integridad esta en juego y luego la ley puede estar de tu parte o tal vez no,ya que la ley de seguridad privida nos tiene en un limbo legal a todos los vigilantes,si no somos agentes de la autoridad que somos,que podemos hacer y que no,ademas no me considero tambien pagado como para recibir una puñalada,no soy policia en caso de que atenten contra tu integridad mejor avisar a la policia,que ellos ganan mas que nosotros y son agentes de la autoridad.Es mi sincera opinion.

Estuve viendo el partido del Athetic en europa, y en un momento dado los hinchas del Austria de Viena, intentaron y consiguieron entrar en el campo.

Pues bien, los que estuvieron cuerpo a cuerpo con ellos, fueron la seguridad del estadio, que estaban con petos amarillos, y cuando entraron en el campo salieron los antidisturbios e hicieron fila, pero a cierta distancia dejando la portería del campo de por medio. Aquí la avanzadilla, los vigilantes por así decirlo, mientras que las fuerzas de policía a distancia y en formación, debían de ser entre 30 y 50, mientras que los vigilantes unos cuatro o cinco, entre dos agarraron a uno que saltó al campo.

Pero la poli, todos en formación y guardando las distancias sin intervenir, solamente formados... ¿quién es el que debería intervenir en estos casos?

¿Aquí en España no somos auxiliares de los CC.FF.S.E.? ¿quién tendría que intervenir?

Como bien dices, llamar a la policía, no porque cobren más, si no porque vienen más...

Para la concentración frente a esabe, tres furgones y un coche patrulla, seríamos 25 personas, casi tocaban uno por cabeza... los vigilantes cuando estamos de servicio, ¿cuántos vigilantes tocan por delincuente?.

Un saludo.

También quisiera decir que es todo un orgullo tener a estas personas trabajando la pena es la lesión que ha tenido que sufrir , espero que se recupere , chao.

yo lo tengo claro actuo en lo humanamente posible pero si la cosa se pone
muy chunga ejp-varias personas armadas,me defiendo como pueda y dejo que se marchen y que se ocupe la policia que para eso cobran,son dos,llevan pistolas y si se cargan alguno les cubren las espaldas,
si pasase la desgracia que el vigilante mata alguno,vas a la carcel,te arruinan y la familia te busca para matarte.