Un grupo de estudiantes intenta boicotear una conferencia de Rosa Díez en Barcelona

La líder de UPyD abandona la sede de la Universidad Autónoma en medio de una lluvia de papeles y piedras y los gritos de consignas soberanistas

La diputada de UPyD, Rosa Díez, ha conseguido este viernes pronunciar la conferencia prevista en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) pese al intento de boicot de un centenar de estudiantes independentistas. Los gritos y el forcejeo del grupo ha obligado a la organización a cambiar el aula donde estaba prevista la intervención. Al finalizar la conferencia, Díez ha salido de la universidad rodeada de guardaespaldas, y, ante una lluvia de papeles y objetos lanzados por los jóvenes, ha conseguido ingresar en un vehículo. Una vez dentro, el grupo ha seguido lanzando objetos de plástico y alguna piedra al coche, que ha arrancado a toda velocidad.

Esta es la segunda vez que algunos estudiantes de esta universidad boicotean la conferencia de un político en menos de un mes. En febrero una intervención de Juan José Ibarretxe estuvo a punto de ser suspendida.

La conferencia de Díaz estaba prevista a las 12.15 horas bajo el título Una alternativa para Cataluña, pero la protesta del grupo en la sala de actos ha impedido que hablase. El grupo ha entrado en la sala después de forcejear en la puerta con los cuatro vigilantes de seguridad privada que había, y, tras varios empujones y una pequeña avalancha, han accedido dentro al grito de "Rosa Díez, fuera de la UAB" y consignas a favor de la independencia de Cataluña.

Ante esto, el decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la UAB, Salvador Cardús, ha tenido que subierse a una mesa para anunciar el desalojo de la sala y la suspensión del acto. "Nos gustaría garantizar el ejercicio de la libertad de expresión. Este decanato lamenta de forma profunda no poder garantizarlo. Sintiéndolo mucho, pero por razones de seguridad, nos vemos obligados a evacuar la sala", ha dicho Cardús.

Díez se ha desplazado, acompañada de los miembros de seguridad y algunos seguidores, hasta otra aula, y consiguió entrar para pronunciar la conferencia ante un reducido grupo de personas, mientras que los miembros de seguridad aguardaron en la puerta del aula para evitar la entrada de los independentstas, que lanzaron pintura roja con la que mancharon a Cardús, entre otros.

Después la dipuatada abandonó la universidad en un coche, en medio de una lluvia de papeles, piedras e insultos. Díez ha dicho que estaba satisfecha por "haber pronunciado la conferencia", y señaló que había ido a la UAB porque en "España hay una democracia y libertad de expresión".

La Universidad lamenta el intento de boicot

El equipo de Gobierno de la UAB y el Decanato de la Facultad de Ciencias Políticas han expresado su

"satisfacción" por haber podido garantizar la realización de la conferencia de Díez y han lamentado los incidentes y el intento de boicot protagonizados por un grupo de independentistas.

"La UAB manifiesta que el civismo y el respeto a la libertad de expresión son valores que definen el espacio democrático y que deben ser asumidos por toda la comunidad universitaria", han dicho en un comunicado.

* La diputada dice que un hombre hacía el gesto de dispararla

Agustín Yanel | Madrid
Actualizado martes 09/03/2010 05:25 horas

El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, solicitó ayer por escrito al fiscal general del Estado que esclarezca si han cometido algún delito quienes agredieron e insultaron el viernes último a la diputada Rosa Díez, en la Universidad Autónoma de Barcelona. En el caso de que sean hechos delictivos, le pide que actúe judicialmente contra los autores.

El viernes pasado, cuando acudió a la Facultad de Ciencias Políticas de esa universidad invitada para pronunciar una conferencia, la diputada de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) fue recibida por varias docenas de estudiantes con gritos, insultos y el lanzamiento de papeles y papeleras contra ella, además del intento de mancharla con pintura roja.

Finalmente pudo hablar, pero sólo ante medio centenar de personas y en un aula distinta al salón de actos donde estaba previsto, que permaneció cerrada por dentro y custodiada por vigilantes de seguridad durante la conferencia.