El director general de Policía decidirá si hubo infracción en el traslado de obras del Thyssen

El director general de la Policía deberá resolver la denuncia policial por el traslado de obras de arte desde el Museo Thyssen de Madrid a la pinacoteca del mismo nombre en Málaga sin las medidas de seguridad estipuladas por ley, que motivó una investigación de la Subdelegación del Gobierno malagueña.

Este organismo ha decidido que "en atención al ámbito geográfico" de los hechos denunciados, "la competencia para incoar y resolver correspondería al director general de la Policía", Ignacio Cosidó, según el escrito de remisión de la documentación respectiva del pasado 27 de septiembre, del que han informado hoy a Efe fuentes de la Subdelegación.

Alude así al hecho de producirse un itinerario que recorre varias provincias y, de esta forma, la Dirección General determinará si se incoa expediente sancionador.

La denuncia del Cuerpo Nacional de Policía, en la que se hace constar que ese transporte se hizo sin seguridad privada, dio lugar al inicio de diligencias previas para esclarecer los hechos y si se cometió alguna infracción.

La Subdelegación solicitó tres informes: uno de la Unidad Central de Seguridad Privada, la documentación de la Fundación Palacio de Villalón -responsable del museo impulsado por el Ayuntamiento de Málaga- y un informe de la Abogacía del Estado, indican las fuentes.

La denuncia policial se presentó a raíz de una inspección al llegar a la pinacoteca malagueña una serie de piezas valoradas en 64 millones de euros sin contar con personal de seguridad privada durante el viaje.

Fueron las obras de la exposición temporal que abrió al público el pasado 31 de marzo centrada en paisajes basados en la tradición del jardín del edén desde el siglo XVII al XX y pintados por maestros como Brueghel, Renoir, Pissarro o Gauguin.

Desde el Museo Carmen Thyssen de Málaga aseguraron cuando trascendió la denuncia que el transporte de obras se hizo conforme a ley y que no incumplieron ninguna norma referida a traslados de este tipo, ya que la legislación no requiere seguridad privada en ellos.

El Museo también señaló que el transporte se hizo cumpliendo todas las exigencias acordadas en el contrato con la prestadora de las piezas artísticas y conforme a lo dispuesto en la ley.

Antes del transporte consultaron sobre los usos y costumbres de otras entidades museísticas con mayor trayectoria, entre ellos el Guggenheim de Bilbao, el Reina Sofía o el Thyssen de Madrid, y todos ellos confirmaron que no es práctica habitual acompañar los traslados con seguridad privada.

Según la pinacoteca, a pesar de ello, el entonces responsable de Seguridad del museo malagueño convocó a la Brigada de Seguridad Privada de la Policía para que estuviera presente en la llegada a Málaga de las obras y levantara acta de que no se acompañaban de seguridad privada.

La Policía levantó acta constatando la ausencia de esta seguridad, pero no señaló que se cometiera infracción ni la obligatoriedad de la presencia de seguridad privada, según el museo.

Su gerencia consultó a la aseguradora de las obras transportadas (AON) y a la consultora de riesgo de la pinacoteca (MARSH), que dictaminaron que no era legalmente exigible la seguridad privada en el transporte.



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