Una joven atraca con un cuchillo en una panadería

02/09 · 01:06 · Juan Antonio Osorio
La actual crisis económica parece llevar a muchos a reactivar la práctica del robo con intimidación en comercios de la ciudad.
Dos pequeños establecimientos gaditanos han sufrido entre el domingo y el lunes sendos atracos con un modus operandi que guarda estrecha relación: la de esgrimir un cuchillo al dependiente del comercio para sustraer el dinero de la caja.
Si el lunes era un comercio del barrio de La Laguna el que sufrío un atraco, concretamente la barraca Don Pistacho situada frente al Fondo Norte del Estadio Ramón de Carranza, recibió la visita de un hombre que, tras amenazar a la dependienta con un cuchillo de grandes dimensiones lograba hacerse con los cerca de 100 euros que en ese momento contenía la caja, un día antes, el domingo, fue otro establecimiento, esta vez en del centro, el que padeció un atraco de similares características.

Por sólo 60 euros
El domingo, sobre las 17.50 horas, tal y como explica el gerente de la panadería Dipan, en la calle Compañía, una joven de entre 25 y 30 años de edad, entró en el citado establecimiento.
La joven, “morena de piel con el pelo negro y vistiendo una camiseta de tirantes de color amarillo, un pantalón o falda corta y una gorra de color verde”, como recoge la denuncia, accedió al local y pidió al dependiente, un joven de 18 años, unas piezas de pan.
Cuando el dependiente se giró para dar el pan a la joven, ésta “sostenía
con firmeza un cuchillo de unos 10 centímetros de hoja”, como denunció el chico. A continuación dijo al joven: “Dame dinero”, a lo que éste respondió: “Sí, sí, cuánto quieres”, siempre bajo la amenaza del cuchillo.
La joven le pidió 60 euros de la caja, a lo que el intimidado dependiente accedió. Tras lograr su botín, la chica se marchó del local.

“Más seguridad”
El gerente de Dipan de la calle Compañía y también de la heladería Ben & Jerry’s de la plaza de La Catedral, Francisco José Rodríguez, pidió ayer “más seguridad” para evitar estos robos con intimidación en pequeños comercios, asegurando que “nuestro caso es similar al de la barraca de La Laguna”.
“La crisis lleva a personas que antes se dedicaban a trabajos menores a cometer estos delitos. Hay mucho miedo, porque además con estos negocios no llega para poner vigilantes de seguridad en las puertas ni nada por el estilo. Deberían de poner más seguridad y más patrullas por las calles porque comercios y turistas se ven desprotegidos ante este tipo de robos”, aseguraba ayer el gerente del negocio.