Detenido el supuesto autor del incendio de los coches de la Policía Nacional en Málaga

Las cinco furgonetas y los dos 'zetas' estaban aparcados en un lateral de la comisaría provincial

F. J. PÉREZ / J. VIÚDEZ - Málaga - 15/09/2009
Un hombre de 30 años ha sido detenido como supuesto autor del incendio de siete vehículos del Cuerpo Nacional de Policía aparcados junto a la comisaría provincial de Málaga. El arrestado, de nacionalidad española y de iniciales J. A. S. C., se entregó en el juzgado de guardia de la Ciudad de la Justicia de la capital malagueña. Tras su detención, el hombre, "de perfil agresivo", según un comunicado de la policía, ha sido trasladado a las mismas dependencias policiales que estuvo a punto de incendiar en su acción.
Los coches -cinco furgonetas y dos zetas de patrulla, todos ellos recién estrenados- se encontraban estacionados en un lateral de la comisaría, en la calle Conan Doyle. Los hechos ocurrieron sobre la 1.55, cuando el detenido, con numerosos antecedentes, utilizó un combustible acelerante y quemó los vehículos.

El supuesto incendiario realizó su ataque a cara descubierta pese a que todo el perímetro del edificio policial se encuentra bajo la vigilancia de cámaras de seguridad. La Policía cree que el individuo actuó solo, aunque no descarta que tuviera algún cómplice dándole cobertura.

Pese a que J. A. S. C. se entregó en los juzgados, la Policía ha asegurado que el supuesto incendiario "ya estaba identificado" y se había puesto en marcha el dispositivo para su detención.

El fuego se propagó a gran velocidad por los vehículos. El calor reventó varios cristales de la comisaría y el humo dejó una enorme mancha negra en la fachada lateral del edificio, de cuatro plantas. Fueron los vecinos de un inmueble vecino, en la barriada de Los Corazones, quienes alertaron a los bomberos de Málaga. Varios vecinos aseguraron que los agentes les ordenaron que salieran de sus casas y se refugiaran en un patio trasero mientras se extinguía el incendio. Nadie resultó herido en el suceso.

Desde primera hora de la mañana, agentes de la Policía Científica inspeccionaban el lugar y los restos calcinados de los coches en busca de posibles pruebas.