98.600 ESPECTADORES ES UNA CIFRA EQUIVALENTE A CAPITALES COMO CÁCERES O LUGO

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Edición Impresa - 11/11/2009

98.600 ESPECTADORES ES UNA CIFRA EQUIVALENTE A CAPITALES COMO CÁCERES O LUGO
Una ciudad llamada Camp Nou
El estadio azulgrana es un gigante en todos los sentidos. Ponerlo en marcha supone un gran esfuerzo económico y humano


Abrir el Estadi, sea cual sea el rival y la competición,
tiene un coste mínimo de 100.000 euros


Toni Frieros

El Camp Nou es, en sí mismo, una ciudad. De hecho, las 98.600 personas a las que puede dar cobijo en sus entrañas, además de todo el personal que trabaja en un día de partido, representan una cantidad de habitantes muy superior a muchas capitales de provincia del Estado Español, como Soria, Zamora o Huesca.

Cáceres y Lugo, por poner dos ejemplos más concretos, tienen un censo oficial muy cercano a la capacidad del Camp Nou. Sin embargo, y como es obvio, la densidad demográfica es abismal.

En un espacio relativamente pequeño como es un campo de fútbol, se da servicio a casi 100.000 espectadores. Esas personas, en Cáceres, tienen a su disposición cinco hospitales, nueve piscinas públicas, un campus universitario, docenas de institutos y colegios, aeródromo, campo de golf...

El Estadi azulgrana, sin embargo, no se queda atrás. En un Barça-Madrid, Barça-Espanyol o en un partido de Champions League ante un gran rival como el Chelsea, se movilizan más agentes de las fuerzas de orden público (guardia urbana y mossos d’esquadra) de los que hay en esas ciudades antes citadas.

El coliseo azulgrana cuenta con una Unidad de Control Organizativo (UCO), una amplia sala desde donde se controlan todas las cámaras de seguridad que hay repartidas por el Estadi. Precisamente la seguridad es una de las grandes prioridades del FC Barcelona y es a lo que destina más dinero, cerca de 30.000 euros por partido. Con ese dinero se paga, entre otras cosas, a los 180 miembros de la seguridad privada que contrata el Barça.

Sí, sí, parece una cifra desorbitada, pero es que sólo abrir el Camp Nou, sea cual sea el contrincante y la competición, tiene un coste, mínimo, de 100.000 euros. Es decir, 16 millones de las antiguas pesetas. Multipliquen ustedes esa cantidad por el número de partidos que disputó el Barça la temporada pasada como local en las tres competiciones oficiales (29) y obtendrán, más o menos, el gasto total, que se acerca a los tres millones de euros anuales.

La otra gran parte del pastel de los gastos se la llevan, obviamente, los llamados ‘empleados fijos discontinuos’. Es decir, siempre trabajan las mismas personas pero sólo los días de partido. El FC Barcelona tiene en nómina a 450, a los que hay que añadir a los que se conocen como los del ‘peto’, que se reparten por las distintas bocas. Estos son 400. Los encargados de controlar los accesos, porteros y acomodadores tienen un coste superior a los 20.000 euros por encuentro.

Otra de las grandes preocupaciones del FC Barcelona en este maremagnum logístico es que en caso de emergencia todos los protocolos funcionen adecuadamente. Amén de que los hospitales más cercanos siempre están en estado de alerta cuando juega el Barça, el Estadi cuenta con 13 dispensarios repartidos por todas las zonas para los primeros auxilios, que coordina un médico. En total hay cinco galenos, 13 personas de enfermería y 54 voluntarios de la Cruz Roja. Preparados para salir en las cinco ambulancias repartidas por el Camp Nou hay 10 especialistas.

No son los únicos, porque si tenemos en cuenta que el Estadi es una ciudad, siempre hará falta un técnico en ascensores por si se estropea uno de los 15 que hay en el recinto; o un jardinero para arreglar de forma rápida una zona del césped; o un cerrajero para abrir una puerta que se haya encallado. Y por supuesto, de retén, también hay fontaneros, carpinteros y electricistas. Añadamos a los encargados de megafonía, de los videomarcadores, los de taquillas... Ya lo ven, un mundo. Un mundo que, además, consume luz, agua, gas y ensucia. Son partidas a las que el Barça también destina mucho dinero. En un día de partido la factura de la luz puede ascender, perfectamente, a 18.000 euros. Y todos asegurados. La responsabilidad civil está cubierta. Y cuesta un ojo de la cara.