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San Sebastián, 8 dic (EFE).- La Fiscalía de Guipúzcoa pide diez años de cárcel por un delito de intento de asesinato para un ciudadano dominicano acusado de apuñalar, "buscando centros vitales", a un vigilante de EuskoTren que le expulsó de la estación de San Sebastián por intentar viajar con un billete incorrecto.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, al que hoy ha tenido acceso Efe, los hechos sucedieron sobre las 17:00 horas del 30 de agosto de 2008, cuando el imputado accedió a la estación de EuskoTren de la calle Easo y adquirió un billete para Lasarte-Oria, cuando su intención real era la de desplazarse a Eibar "por un precio inferior al establecido".
Al intentar pasar al andén de los trenes con destino a la localidad armera, su conducta alertó a un operario que le impidió acceder a esta zona, lo que originó una discusión entre ambos en la que terció el vigilante de seguridad de la estación, quien expulsó del recinto al procesado por su "conducta inapropiada".
El texto de la Fiscalía explica que, "enfurecido y con ánimo de atentar contra la vida" del guarda de seguridad, el inculpado acudió a un bazar chino cercano y compró un cuchillo de cocina de diez centímetros de hoja con la intención de "usarlo como arma".
De esta manera, regresó a la estación y se acercó al vigilante, quien le volvió a pedir que se marchara sin advertir que el acusado iba armado.
En ese momento, el procesado "se revolvió contra él, esgrimiendo el cuchillo" y presuntamente "le propinó varias puñaladas, en rápida sucesión, buscando centros vitales como el cuello, la cavidad cardiaca y la arteria femoral" aunque sin éxito.
A consecuencia del ataque, la víctima sufrió un total de cinco heridas, una de ellas de hasta doce centímetros de profundidad, en la cara izquierda del cuello, el antebrazo izquierdo, el omoplato derecho y la cadera izquierda.
El vigilante agredido tuvo que ser atendido en un centro hospitalario, donde le cerraron las heridas y recibió tratamiento médico, tras lo que permaneció 37 días incapacitado para sus ocupaciones habituales.
La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa por el que reclama diez años de cárcel para el acusado y que éste no pueda acercarse a su víctima durante otros diez años una vez cumplida su condena. Además, el Ministerio Público solicita que el procesado indemnice a su víctima con 10.590 euros. EFE
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, al que hoy ha tenido acceso Efe, los hechos sucedieron sobre las 17:00 horas del 30 de agosto de 2008, cuando el imputado accedió a la estación de EuskoTren de la calle Easo y adquirió un billete para Lasarte-Oria, cuando su intención real era la de desplazarse a Eibar "por un precio inferior al establecido".
Al intentar pasar al andén de los trenes con destino a la localidad armera, su conducta alertó a un operario que le impidió acceder a esta zona, lo que originó una discusión entre ambos en la que terció el vigilante de seguridad de la estación, quien expulsó del recinto al procesado por su "conducta inapropiada".
El texto de la Fiscalía explica que, "enfurecido y con ánimo de atentar contra la vida" del guarda de seguridad, el inculpado acudió a un bazar chino cercano y compró un cuchillo de cocina de diez centímetros de hoja con la intención de "usarlo como arma".
De esta manera, regresó a la estación y se acercó al vigilante, quien le volvió a pedir que se marchara sin advertir que el acusado iba armado.
En ese momento, el procesado "se revolvió contra él, esgrimiendo el cuchillo" y presuntamente "le propinó varias puñaladas, en rápida sucesión, buscando centros vitales como el cuello, la cavidad cardiaca y la arteria femoral" aunque sin éxito.
A consecuencia del ataque, la víctima sufrió un total de cinco heridas, una de ellas de hasta doce centímetros de profundidad, en la cara izquierda del cuello, el antebrazo izquierdo, el omoplato derecho y la cadera izquierda.
El vigilante agredido tuvo que ser atendido en un centro hospitalario, donde le cerraron las heridas y recibió tratamiento médico, tras lo que permaneció 37 días incapacitado para sus ocupaciones habituales.
La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa por el que reclama diez años de cárcel para el acusado y que éste no pueda acercarse a su víctima durante otros diez años una vez cumplida su condena. Además, el Ministerio Público solicita que el procesado indemnice a su víctima con 10.590 euros. EFE
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