Una banda hurta 100.000 euros en alhajas en una joyería

SANTA CRUZ DE TENERIFE
Un grupo de delincuentes extranjeros perfectamente organizado formado por tres hombres y dos mujeres llevó a cabo en la mañana de ayer un audaz hurto en la joyería Katy Kilate, sita en el centro comercial Punta Larga de Candelaria, donde al parecer se apoderaron de al menos doce expositores con numerosas joyas y cuyo valor, según las fuentes policiales consultadas por la opinión de tenerife, podría llegar a los 100.000 euros.

Los hechos se desarrollaron con una precisión matemática. Primeramente, entraron dos hombres y una mujer, los cuales hicieron creer a la única
dependienta que en esos momentos se hallaba en la tienda que querían un reloj que tenía en el expositor. Con esta disculpa salieron los cuatro al exterior, momento en que aprovecharon una chica y un joven para entrar y colarse hasta las oficinas donde se halla la caja fuerte y el resto de muestrarios. Se da la circunstancia de que la caja fuerte no tenía puesto el retardo de seguridad, ya que como manifestó la propietaria a la opinión de tenerife, "nosotras estamos entrando y saliendo del mostrador constantemente y claro está, cada vez que un cliente nos pide una joya o un reloj determinado, nos despistamos muchas veces en poner el retardo". Preguntada acerca del valor, no quiso aventurar cantidad alguna ya que todavía estaban realizando un arqueo, pero sí adelantó que se trataba de "mucha cantidad de dinero, bastante dinero".

El hurto apenas duró unos minutos, pero los suficientes como para que esta banda se apoderase de los muestrarios, los cuales metieron en un maletín de color negro. Una vez terminada su acción salieron caminando de la joyería y del centro con total naturalidad.
Cuando la empleada se percató de la sustracción dio la voz de alarma y en el lugar se personaron varias parejas de la Guardia Civil del puesto de Candelaria, así como los vigilantes del centro comercial.

Ante un robo de este calibre, el Equipo de Policía Judicial de la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife se hizo cargo de la inspección ocular y del visionado de la película de seguridad.

Lo que sí parece estar claro para la Guardia Civil es que se trata de un grupo organizado y jerarquizado que probablemente ya habrá abandonado
la Isla.

En cuanto a las joyas, estas probablemente sean fundidas o vendidas en el mercado negro.

Esta joyería sufrió otro espectacular robo en el año 2006, en el establecimiento que tienen en el centro comercial Carrefour, en Santa Cruz.

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