Un hombre dispara 13 tiros en un bar del Agra tras perseguir durante todo un día a su pareja

Un hombre dispara 13 tiros en un bar del Agra tras perseguir durante todo un día a su pareja

Vació un cargador al verla con unos amigos en el local, pero no causó heridos

Autor: Javier Becerra | La Voz de Galicia
Fecha de publicación: 14/11/2008


Un hombre de 30 años ha ingresado en la prisión de Teixeiro tras haber protagonizado un tiroteo el pasado martes en un bar del Agra del Orzán. El detenido, que reconoció los hechos ante la policía y en el juzgado de guardia, encontró allí a su ex pareja. La llevaba buscando todo el día. Cuando la encontró en el bar, sacó una pistola y, apuntando hacia dentro, vació las trece balas del cargador. Luego, golpeó la persiana y vociferó todo tipo de insultos, hasta ser detenido por los agentes. Pese a todo, nadie resultó herido.

Los hechos ocurrieron entorno a la una de la madrugada del pasado martes. Antes, el detenido había recorrido la ciudad con una pistola de 9 milímetros. Tras mirar en todos los locales frecuentados por su ex pareja, acabó en el bar O Tapeo de la calle Pascual Veiga. Allí estaba ella con unos amigos tomando algo ya con la persiana bajada . El joven sacó el arma y, según explicaban los testigos, dijo a gritos «!Ven conmigo, si no eres mía no eres de nadie!» y realizó un disparo.

Entre los acompañantes de la mujer, se encontraba un amigo común de la pareja, que intentó apaciguar los ánimos. Habló con quien los amenazaba, pero no sirvió de nada. Entre gritos de «!Te voy a matar!», volvió a disparar, hasta vaciar el cargador.

Posteriormente, sacó del bolsillo un segundo cargador, pero en vez de introducirlo en el arma, cogió esta por la culata y la emprendió a golpes contra la puerta del negocio, con las ocho personas que se encontraban en su interior escondidas bajo las mesas y la barra totalmente aterrorizadas.

En unos 10 minutos llegaron dos coches de la policía secreta, que lograron reducirlo. En el momento de la detención encontraron, además del arma y el segundo cargador metálico de color negro con 13 cartuchos Luger, un envoltorio con cocaína, unos guantes y una cantidad indeterminada de dinero.

«No lo conocíamos de nada»

En el local en el que tuvieron lugar los hechos, todavía se podían ver los restos de los disparos, con las etiquetas de numeración de la policía. «No lo conocíamos de nada, no era un cliente de aquí», explicaba el propietario del local, resignado a que un suceso así sucediera frente a su fachada. Tanto él como varios de los que se encontraban allí esa noche testificaron ante la policía. También una de las vecinas que vio los hechos desde la ventana. Como el propietario desea mantener el anonimato: «Pensé que era un petardo de los niños, pero cuando salí tras los disparos, vi como dejaba la pistola sobre el capó del coche. Luego, llegaron dos coches camuflados y lo detuvieron».

En la declaración ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, el detenido sostuvo que, en ningún momento, tuvo la intención de matar a nadie. Aseguró que perdió totalmente el control de sus actos debido al enorme consumo de alcohol y drogas que había efectuado a lo largo de los dos días previos, en los que no había dormido.