La crisis gana a la vocación

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La crisis gana a la vocación
La necesidad de conseguir un empleo se impone al deseo de ser agente de seguridad entre los 1.880 aspirantes de todas las Islas a las 50 primeras plazas de la Policía Canaria


Aspirantes a la Policía Canaria aguardan para realizar el examen, ayer en la capital grancanaria. acfi press

LA OPINIÓN | SANTA CRUZ DE TENERIFE
La necesidad de conseguir un empleo seguro está por encima de la vocación por ser agente de los cuerpos y fuerzas de seguridad. Así por lo menos opina la mayoría de los 1.880 aspirantes que ayer debutaron en las pruebas para conseguir una de las 50 primeras plazas de la Policía Canaria. La crisis se notaba en todos los comentarios. Ayer por la mañana, a eso de las 9.30 horas, cuando todavía faltaban 30 minutos para que se abrieran oficialmente los exámenes, los exteriores de los institutos Andrés Bello y Poeta Viana, en la capital tinerfeña, ya estaban llenos de jóvenes con cara de tensión. La recesión ha disparado hasta el nerviosismo que ya de por sí preside cualquier prueba de acceso al empleo público.

Preguntas sobre la Constitución española, el Estatuto de Autonomía, los derechos fundamentales, el Poder Judicial o las legislaciones estatal y autonómica se mezclaron con otras relacionadas con el territorio, la biodiversidad, la población, la informática o la historia de Canarias hasta hacer un total de 140 (dos fueron anuladas por problemas de impresión), más un texto en inglés y otro opcional en francés o alemán. Del total de 1.880 aspirantes, más de los que esperaba la consejería de Presidencia, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, 793 estaban citadas en los mencionados centros de enseñanza de Santa Cruz, por 981 en los de la capital grancanaria. De ellos, 407 (uno de cada cinco) son mujeres. El Hierro es la única que no aporta ningún candidato.

Los exámenes tuvieron lugar concretamente en seis institutos públicos de las islas de Gran Canaria, Lanzarote, Tenerife y La Palma, en una jornada con la que el Gobierno regional inicia la primera fase del despliegue de este cuerpo que ha generado tanta polémica sobre si es verdaderamente necesario ante la coyuntura actual o supone un derroche por las limitadísimas competencias que recibirá finalmente.

Con muchos nervios por ser la primera oposición a la que concurrían también acudieron los 981 opositores convocados en Las Palmas de Gran Canaria, la mayor parte de ellos esperanzados en encontrar un empleo "para toda la vida" más que ilusionados por ejercer la profesión de sus sueños, informa la agencia Efe. Y es que muchos de ellos, por su juventud, cursan estudios universitarios o de grado medio y otros acaban de completarlos y están desempleados y sin expectativas de poder trabajar, por lo que esta oposición, cuyo límite de edad se ha establecido en los 32 años y en 35 para los que procedan de la escala básica de otros cuerpos y fuerzas de seguridad, frente al tope de 30 años fijado en las de Policía Local y Nacional, les resulta una oportunidad para poder acceder al mercado laboral.

La segunda parte de la fase de oposición consistirá en una prueba de aptitud física, en la que los opositores deberán realizar el Test Cooper de resistencia aeróbica, salto horizontal y flexiones de brazo y una prueba de adaptación al medio acuático. Finalmente, los aspirantes tendrán que realizar un prueba psicotécnica adecuada al perfil requerido para el ejercicio de las funciones policiales, y un reconocimiento médico dirigido a comprobar que no concurren en el opositor ninguna de las causas de exclusión.

Una vez hayan superado la fase de Oposición, que se espera finalice en el mes de septiembre próximo, los aspirantes realizarán un curso de formación de 1.500 horas en la Academia Canaria de Seguridad, donde se impartirán contenidos relacionados muy directamente con la labor que van a desarrollar, entre ellos, derecho penal. Los policías en prácticas que hayan superado esta formación serán adscritos a un puesto de trabajo para procurar su formación integral y el particular conocimiento de la estructura y funcionamiento de los servicios policiales, realizando un periodo de prácticas que tendrá una duración de 900 horas. Los aspirantes que no superen el curso de formación básica o el periodo de prácticas perderán el derecho a su nombramiento como funcionarios de carrera.

Un cuerpo con limitaciones

La nueva Ley de la Policía Canaria reserva exactamente las siguientes funciones a los primeros agentes que resulten de las pruebas de selección que comenzaron ayer: "Velar por el cumplimiento de las disposiciones y órdenes singulares dictadas por los órganos de la comunidad autónoma; la vigilancia y protección de personas, órganos, edificios, establecimientos y dependencias de la comunidad autónoma; y la inspección de las actividades sometidas a la disciplina de la comunidad autónoma".

También se mantienen, pero en colaboración con los cuerpos del Estado, "la vigilancia de espacios públicos, la protección de las manifestaciones y mantener el orden en grandes concentraciones humanas".

Es decir, la Policía Canaria nace con grandes limitaciones para evitar el recurso de inconstitucionalidad que había amenazado con presentar el Gobierno español si el Ejecutivo canario seguía adelante con su intención de invadir terrenos de los otros cuerpos del Estado.