SIN DESPERDICIO EL PRESIDENTE DE ESABE HABLA DE LA CRISIS

Ver para creer este individuo que forzo el cierre de su antigua empresa ESABE EXPRESS y actual presidente de ESABE SEGURIDAD , no se corta a la hora de alardear de como se cepillo su anterior empresa ESABE EXPRESS y todas las peyas que dejo a sus trabajadores escribiendo un libro llamado el LAZO AZUL , que encima se viene a pavonear hablando de la crisis.

Pero sera cernicalo el individuo este hablando en un libro de lo mal que lo hizo , pero es que ahora con ESABE VIGILANCIA lo estas haciendo mejor , ya podrias publicar el libro EL LAZO AZUL II , para anticiparnos como va ser el final de ESABE VIGILANCIA.

Este tio tiene mucho merito porque tiene mas morro que un cerdo y no se corta.

Jose Luis Aguirre de Retes , presidente de ESABE ¨ LA CRISIS DE LOS 90 FUE MUCHO PEOR QUE ESTA ´

Aquella empresa fue muy importante y muy especial". José Luis Aguirre de Retes recuerda con cariño la "etapa más feliz de su vida", la época en la que edificó de la nada una de las empresas de seguridad más importante de España, la antigua Esabe. Aguirre
de Retes ha publicado un libro, titulado El lazo azul, en el que relata sus vivencias desde su época de estudiante hasta que tuvo que declarar la quiebra voluntaria de la empresa en el año 92. Desde su cargo actual de presidente honorífico de la nueva Esabe, Aguirre
de Retes contempla con escepticismo la propuesta de reforma laboral y de contrato único que ha puesto la patronal encima de la mesa. "Gerardo Díaz Ferrán (presidente de CEOE) y de Arturo Fernández (presidente de Cepyme) están dándole vueltas a ver cómo lo
camuflan", afirma y subraya que "el temporal nunca llega a ser buen empleado porque nunca ha cogido ilusión por la empresa".

Cómo se le ocurrió utilizar al logotipo de Esabe, el lazo azul, como su interlocutor en el libro?—En el verano de 2006 comencé a escribir, pero cuando empecé a leerlo me resultó un rollo infumable, y lo dejé. Poco después mi secretaria vino un día y me dijo: "Don José Luis, me han llamado de un periódico y me han pedido que cuente usted su vida en página o página y media". Yo le contesté que cómo iba a hacer eso, que eso no hay quien lo soporte, pero me fui hacia mi despacho y me vino la inspiración. Empecé a conversar con el lazo azul y quedó bien. A la primera que se lo enseñé, mi mujer, que siempre ha sido muy crítica conmigo, y más después de arruinarme, me dijo que me había salido muy bonito. Lo publicaron y me hizo pensar. Cuando llegó el verano de 2007, me dije: "Esto que yo cuento sin gracia, ¿por qué no lo convierto en un diálogo con el lazo?". Le doy vida al lazo, hablo con él y me sirve para sacar mis propios defectos y para, con mucho cuidado y mucho respeto, sacar algún otro defectillo de alguno de mis colaboradores. He convertido al lazo en mi compañero y es curioso, porque como estoy escribiendo la segundaparte, posiblemente haya una tercera, y va a acabar entrando demasiado en mí.

—¿Qué le empuja a un joven que ha estudiado una carrera de ciencias a entrar en el mundo empresarial?
—Mis sueños eran siempre acerca de dirigir personas, dirigirlas con cariño, con comprensión y con una contraprestación en consonancia con lo que cada uno haga. Yo soñaba a veces dormido a veces despierto con verme delante de muchas personas, de muchos trabajadores con problemas y explicarles que estaba trabajando para ellos. Quizá me equivoqué de carrera porque Físicas era la que me llamaba la atención, pero en aquella época no había nada en la facultad, ni laboratorios, y todo tenía que ser teórico. Como no tenía conocimientos para meterme en el sector industrial, entré como comercial en Rank Xerox. Pero mi ilusión era aquella y encontré un hueco. Entre otra persona y yo encontramos un sistema para la alimentación de las letras de cambio en las copiadoras para que hubiera una producción mayor y además salieran ensobradas. Eso me dio mucha relación con los departamentos de organización de los siete grandes bancos, y de esos departamentos dependía que llegaran a contratar con una empresa dedistribución de correspondencia en vez de con correos. Ahí empecé, luego entré en el negocio de la seguridad.

—¿Esa fue la mejor etapa de su vida? —Esa fue la mejor etapa de mi vida porque todo era construir y tenía lo que había soñado, muchos empleados que me trataban con mucho respeto porque yo les trataba muy bien, y sabían que podían hablar conmigo de cualquier cosa. Yo disfruté muchísimo del cariño y el respeto de ellos. Y además les dejé colocados cuando yo me arruiné, gracias a las negociaciones que tuve con Securitas.

—¿La primera vez que murió un vigilante de su empresa deseó no haberse metido en el negocio de la seguridad?
—Sí. El jefe de policía de Madrid me había advertido "Aguirre, el día que te maten a un hombre desearás no haberte metido en esta actividad". Y se lo dije a todos los que entraban. Tratemos de evitarlo con formación, con instrucciones, y cuando ocurra la pena no nos la va a quitar nadie. Pero que nadie diga "¿por qué me habré metido en esto?". Aquella primera muerte fue terrible.

—¿Recuerda el día en que tomó la decisión de declara la quiebra voluntaria de Esabe? —No se me va de la cabeza. Eran unos días horrorosos, porque yo tenía que responder de los créditos que nos habían concedido los bancos y las cajas de ahorro, a los que había mantenido entretenidos pensando en que los clientes nos iban a pagar. Pero como los pagos se fueron retrasando yo empecé a pedir créditos y más créditos, que los bancos nos concedían con mucha facilidad. Hay que tener en cuenta que en aquel momento los créditos estaban por encima del 20 por ciento. Esta crisis no tiene nada que ver con aquella, fue mucho peor. Ahora dicen que no dan dinero, pero la verdad es que están cayendo empresas pero no tantas como entonces. Cuando vimos que la crisis era ya irreversible, y cuando Solchaga salió a los medios diciendo que había excedido el techo de gasto, como le había pasado los dos años anteriores, el 17 de septiembre concretamente, vi que para salvar había que vender. Empecé a buscar y aparecieron los suecos de Securitas, que me entretuvieron cuatro meses. Mi abogado me decía que me estaban engañando, y yo ya sabía que me engañaban, pero quería conseguir que nadie se quedara en la calle. Me engañaron, claro, no me pagaron nada, pero al menos no se produjo ningún despido. El empresario lo pasa muy mal, está siempre con la soga al cuello. Hombre, los hay que lo pasan mejor, pero el 90 por ciento de los empresarios nuevos los pasan mal.

—¿Cuál ha sido la principal lección que ha extraído de su trayectoria al frente de Esabe?
—Que no se puede ser excesivamente confiado. Se puede ser bueno, tolerante, amable, trabajar más que ninguno, dar ejemplo, pero hay que apretar mucho más las clavijas a todos. Hay que preguntar cada día si se han hecho las cosas o no se han hecho.

—¿Qué persona le ha impresionado más de todas las que ha conocido en el mundo económico o en la esfera política?—Ferrer Salat era un hombre impresionante, en su calidad humana, intelectual y profesional. Fue el origen de algo que tenía que existir en España como es una agrupación de los empresarios. Su continuador, José María Cuevas, también fue una persona muy importante. Me impresionó mucho también Camilo José Cela. Tuvimos una buena relación, al igual que nuestras mujeres, y era una gran persona. Y si nos metemos en política, hay que reconocer el esfuerzo de Suárez, fue impresionante. Y otra persona que me parece impresionante es el Rey, al igual que la Reina. El Rey tiene un tiento y una habilidad enormes.

—¿Cómo valora la gestión de la crisis por parte del Gobierno?—Es muy humano, y yo no voto al PSOE, que uno no quiera decir que estamos en crisis para no asustar. Pero una cosas negarlo y otra es no tomar ninguna medida. Yo tampoco decía que estábamos en crisis a mis empleados y menos a mis clientes, pero ya tomábamos muchas medidas para reducir gastos. En España podríamos estar menos mal si algunas cosas se hubieran atajado antes. A todo el mundo le importa que le garanticen el desempleo, pero lo que prefiere todo el mundo es que se le garantice el trabajo.

—¿Está a favor de la propuesta de contrato único de la patronal?—No. Soy amigo de Gerardo Díaz Ferrán y de Arturo Fernández, pero no la he acabado de entender.

—¿Por qué?—Porque no están diciendo el fondo de la verdad. Yo he sido empresario de otro tipo. Ellos están dándole vueltas a ver cómo lo camuflan. José María Cuevas, en una de las comidas que hacíamos en su despacho una vez al mes unos 60 empresarios, nos dijo que había conseguido de Felipe González el contrato temporal. Yo, como estaba a su lado, le dije que a mí no me gustaba. Le dije: "Mira, todos los que estamos aquí tenemos empresas con más de 10.000 personas. ¿Tú te crees que los que estamos aquí vamos a utilizar el contrato temporal? El contrato temporal van utilizarlo unos empresarios advenedizos que se van a aprovechar de él para romper las buenas relaciones entre empresas y trabajadores que hay en estos momentos". Porque en aquellos años, en torno a 1983, había una buena paz social. Si alguien quería ser empresario, sabía que tenía que hacer un contrato y dar de alta al empleado. Eso es un empresario. Lo que no se puede es contratar de cualquier forma. Otra cosa que no comprendo son las empresas de trabajo temporal, no comprendo su negocio. Bueno, sí lo entiendo, llevarse un pellizco de donde no se lo tenían que llevar. Si eres empresario te debes a tus empleados, si quieres que los empleados se deban a tu empresa. No puedes tener gente con contratos temporales y fijos porque entre ellos lo hablan y el que se encuentre en condiciones peores ya está descontento. Esa empresa no puede funcionar a tope. El temporal nunca llega a ser buen empleado porque nunca ha cogido ilusión por la empresa.•

aguirre de retes no tiene ningun poder en esabe simplemente le dan un sueldo me imagino que grande y algun premio de hipica para que se siga relacionando en su ambiente y siga usando sus influencias para beneficio de esabe o sea un hombre de paja mas de los que hay en esabe lamentablemente su situacion economica no le permite decir que no en fin uno mas,saludos lucas