Villa mantiene al Valencia lanzado

Villa mantiene al Valencia lanzado

¿Qué pasará dentro de dos meses cuando el Valencia se mida a Sevilla, Barça o Real Madrid? Es toda una incógnita, pero sí es seguro que lo hará con la despensa llena de víveres, ya que el conjunto de Emery está haciendo acopio de puntos para para entonces. [Estadísticas]



Teniendo toda la semana para recuperar, el entrenador se aseguró el concurso de sus mejores efectivos, como Villa -con otro doblete- y Mata, sobrecargados de los últimos compromisos de la selección. Ya tendrán tiempo para oxigenarse, debió pensar, con más razón que un santo, el técnico valencianista. Porque por muy modesto que fuera el rival, habría resultado un pecado privar al Valencia del estado de gracia de El Guaje y de la indudable progresión del joven internacional sub’21.</STRONG>

El Numancia no ocultó sus descaradas intenciones de nadar y guardar la ropa en sus siempre comprometidas visitas a Mestalla. Y eso que la primera acción ofensiva del partido cayó del lado soriano, cuando los espectadores aún se estaban acomodando.
Apenas cumplido el minuto de juego, Barkero ejecutó un saque de esquina. No acabó en gol porque Morientes, muy atento, puso la pierna para desviar el disparo de Nagore cuando el balón se colaba en el palo corto de Renan. Sin margen para crecerse y venirse arriba, el Valencia respondió a esa acción de forma incontestable. Imagínense el protagonista. Sí, Villa, de nuevo, hizo de las suyas. El asturiano cazó un balón en la frontal y soltó un duro disparo.

Tras tumbar a su compañero Morientes como un bolo, se hizo con el rechace, ganó un cuerpo a Palacios dentro del área y cruzó ante la desesperada salida de Juan Pablo. Primera llegada, primer disparo a puerta del Valencia y primer gol. Mestalla tardó milésimas de segundo en reverenciar a este goleador que lleva camino de pulverizar récords entre los goleadores históricos de la entidad, como Kempes o Waldo. Al Numancia, nunca le había marcado. Ya sólo le queda el Sporting de Gijón. Vaya por Dios.
Villa, en estado de gracia


Con números como los que acumula Villa en este espectacular inicio de curso, no es de extrañar que muchas voces del valencianismo, como las de Emery, se hayan alzado en defensa de su candidatura al Balón de Oro, aunque haya aspirantes mucho más avalados mediáticamente para tan codiciado galardón.
A partir del tempranero gol de Villa, el duelo se convirtió en un auténtico monólogo ofensivo del Valencia, que mantuvo la tensión pese a que el partido y el resultado habrían invitado en otros tiempos a la relajación. El caso es que el Valencia no se conformaba con uno y buscaba sentenciar cuanto antes sin perder la cabeza.

El Numancia no halló el método para frenar el empuje de un Valencia agresivo, bien asentado y tremendamente vertical, con el gol entre sus cejas. Tras una tímida reacción, el Numancia volvió a achicarse para quedar a merced del Valencia.
Tras el descanso, los de Kresic (un buen entrenador) adelantó líneas, pero se topó con una Valencia que se aplicó en mover y mover la pelota. Aun con menos espacios, el conjunto local ganó con esa comodidad y oficio que distingue a los grandes de los pequeños. Lo mejor puede estar por venir.