6000 Temporeros deambulando

Seis mil temporeros deambulan por Lleida buscando trabajo en el campo

1. • La producción de los frutales no es tan grande como la de años anteriores por el mal tiempo
   
2. • Trabajadores en paro, extranjeros con contrato en origen y ciudadanos del Este copan las ofertas
   

Temporeros subsaharianos sin trabajo en Alcarràs (Segrià), junto al bar Casanova, su punto de encuentro en la plaza Major de la localidad, el pasado jueves. Foto: ferran nadeu




MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
LLEIDA

Unas 6.000 personas, la mayoría de origen extranjero, deambulan desde hace un mes y medio sin encontrar un puesto de trabajo en la campaña agraria de Lleida, iniciada oficialmente el pasado 1 de junio y que cada año suele dar empleo a unos 9.000 temporeros. Una cosecha mermada por el mal tiempo y un exceso de mano de obra disponible son las principales causas de la situación, apuntan los sindicatos y la Administración, que aseguran que, pese a todo, la campaña agrícola ocupó la semana pasada a otras 6.000 personas.
«La mayoría de los que buscan trabajo son personas que tienen la documentación en regla y que, por lo tanto, podrían haber trabajado sin problemas», admitió Pilar Nadal, directora territorial de la Conselleria de Treball en Lleida. «Si no han podido hacerlo aún –agregó– es porque, primero, no hay tanta fruta para recolectar y, segundo, porque también los payeses han notado la crisis económica e intentan reducir costes contratando a menos gente». Son muchos los propietarios agrícolas que este año recogen la fruta de sus fincas con el número mínimo de jornaleros.
Sindicatos como CCOO han denunciado que algunos empresarios aprovechan la situación para incumplir el convenio laboral del campo y pagar unos salarios que están muy por debajo de lo que se establece en la normativa.

MENOS CONTRATOS EN ORIGEN / Pese a que se ha reducido notablemente la contratación en origen –el contingente de Unió de Pagesos, por ejemplo, se ha reducido a poco más de un millar de personas frente a las 4.000 de otros veranos–, lo cierto es que la temporada de la fruta leridana ha registrado una alta afluencia de trabajadores rumanos, búlgaros y polacos. Además, tal como habían pactado previamente los agentes implicados en la organización de la campaña, este año se ha dado prioridad a los trabajadores en paro del sector de la construcción.
«Nos consta que en torno a un millar de personas desempleadas, de las aproximadamente 3.000 con las que se puso en contacto el Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC), han aceptado la oferta de trabajo en el campo», señaló la secretaria general de UGT en Lleida, Rosa Palau. Así las cosas, solo con estos tres grupos –desempleados de la construcción, ciudadanos de la Europa del este y extranjeros contratados en origen– se han ocupado ya prácticamente todos los puestos de trabajo que se ofrecían en la cosecha frutícola.
¿Quiénes se han quedado fuera? Los primeros sin opciones han sido los inmigrantes sin papeles. Y con ellos, muchos jornaleros con la documentación necesaria, que viajan por España de campaña en campaña agraria (de la fresa de Huelva, al pimiento de Murcia, la fruta de Lleida y la vendimia de La Rioja).
De ahí que la entidad AMIC, afín a UGT, haya detectado «la llegada de mucha gente procedente de Andalucía y Levante, donde se realizan campañas agrarias previas a la de Lleida. Son personas que están muy nerviosas, porque llevan ya mucho tiempo sin trabajar, y a las que también tenemos que ofrecer apoyo de tipo psicológico, porque su situación personal es muy, muy complicada», indicó Rosa Palau.