La policía blinda el circuito y las playas de Valencia tras las últimas bombas de ETA

Comunidad Valenciana
La policía blinda el circuito y las playas de Valencia tras las últimas bombas de ETA
Los agentes colocan vigilancia estática en las obras del trazado de la F1Efectivos uniformados y de paisano viajan en ferrys para velar por la seguridad
J. A. MARRAHÍ | VALENCIA | lasprovincias

La amenaza de ETA ensombrece Palma de Mallorca, pero también extiende sus garras sobre la Comunitat Valenciana. Los últimos atentados con bombas de la banda terrorista en Baleares, registrados el domingo, han hecho que las fuerzas de seguridad incrementen aún más la vigilancia. El punto neurálgico es el puerto de Valencia, las inmediaciones del circuito de F1, los accesos a los ferrys y la playa de la Malvarrosa.
Mientras la policía lucha por localizar al comando responsable de sembrar el terror en Palma, en la Comunitat Valenciana la alerta es máxima. El motivo es doble: la posibilidad de que el mismo u otro equipo de terroristas se desplace a Valencia para actuar durante las pruebas de F1 y también la hipótesis de que la banda esté recibiendo apoyo desde la Comunitat o sus miembros usen los ferrys para cruzar el Mediterráneo.
Esta vigilancia era ayer palpable en diferentes puntos de Valencia. La policía ha comenzado a realizar controles de vehículos en la calle Eugenia Viñes, al lado de la playa de la Malvarrosa. En este mismo punto, varias unidades de la Policía Nacional y la Policía Local velaban por la seguridad en esta zona del litoral.
Según indicaron fuentes policiales, «se trata de sacar el máximo de vehículos a la calle como medida disuasoria pero también sirve para detectar movimientos sospechosos» durante los controles o maniobras evasivas de vehículos, pistas que las fuerzas de seguridad tienen muy en cuenta y que podrían ayudar a localizar a los etarras.
Además de la playa, la Policía Nacional está cubriendo también con severidad la vigilancia de algunos puntos estratégicos del circuito urbano. Este mes atraerá a decenas de miles de visitantes a Valencia, lo que lo convierte en objetivo potencial de ETA por su difusión internacional. Antes incluso del montaje definitivo del trazado, furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP) vigilaban al mediodía de ayer de manera estática en los accesos.
Puntos de control
En el interior del puerto también se ha intensificado el control de vehículos. Efectivos de Policía Portuaria están vigilando al máximo los coches, furgonetas o camiones que circulan por los tinglados. «Hay un mayor control», reconoció uno de los agentes, que no quiso ahondar en los motivos.
En varios puntos de paso, las cámaras de seguridad graban las matrículas de los vehículos y se están controlando datos como la hora y fecha de acceso, el destino de los conductores en el interior del recinto o el número de acompañantes.
Policía Portuaria y servicios de vigilancia privada también estaban ayer muy presente en las zonas de embarque de los ferrys de Balearia, Acciona e Iscomar que unen la Comunitat Valenciana con Baleares.
La seguridad ante la amenaza etarra se ha extendido además al trayecto. Entre los pasajeros de los barcos hay policías, tanto uniformados como de paisano. «Cada vez vemos más», aseguró ayer una pareja valenciana que usa de manera habitual uno de estos enlaces marítimos.