IQA fía a sus empleados la vigilancia y el control de entrada a la fábrica

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Los trabajadores se encargan del servicio de portería porque la empresa no puede pagar a la contrata que lo hacía

IQA, la planta química con más solera de Tarragona, sigue a la deriva. Tras la presentación, a finales de julio, de un ERE temporal que afecta a sus 123 empleados, los trabajadores denuncian ahora que, desde hace unas semanas, tienen que cubrir el servicio de portería, en los turnos de mañana y tarde, porque la compañía no puede pagar a la contrata (Prosegur) que se encargaba de ello. La empresa de vigilancia continúa, no obstante, haciendo el servicio de noche.
Los operadores y el personal de laboratorio y almacén pasan de forma rotatoria por la ‘garita’ para vigilar y controlar el acceso de personas y vehículos a la fábrica, hacer permisos de entrada, atender la centralita de teléfonos, el fax, servicios de megafonía y emergencias...

Seguir el protocolo

«Para prepararnos, hicimos un cursillo acelerado de 45 minutos. A toda prisa, nos dieron los mandos del control de entrada a una factoría química, algo que requiere mucha responsabilidad. Si algún día ocurre un accidente, nosotros somos los que estamos en el centro de mando y los que tenemos que seguir el protocolo: avisar a Protección Civil, Bomberos, Parc Químic... e informar del lugar del suceso», explica un trabajador de la fábrica. En este sentido, el presidente del comité de empresa, Fernando Terrado, asegura que «los trabajadores recibieron la formación necesaria para actuar en caso de emergencia».

Ante el malestar de los empleados por esta nueva situación, el comité convocó una asamblea la semana pasada para someter este tema a votación. «El resultado fue rotundo: no estamos de acuerdo en hacer de porteros. Pero la compañía nos ha dicho que tenemos que seguir cubriendo el servicio de portería hasta que encuentre otra solución», señala un trabajador.

Los empleados de la fábrica también aseguran que la compañía les adeuda la mitad de la nómina de agosto –el otro 50% lo cobraron el pasado martes– y la paga extra de septiembre. Y se quejan de que aún no han percibido un cheque de 100 euros para cada trabajador, que debían haber cobrado en mayo como incentivo por haber cerrado el último año sin ninguna baja por accidente laboral.


Una planta parada

La planta de óxido de etileno de IQA, que permanece parada desde el pasado viernes, recuperará su actividad el próximo 30 de septiembre o el 1 de octubre. El expediente de regulación de empleo contempla paradas periódicas, para no acumular demasiado stock y ahorrar costes, que afectan a unos 15 trabajadores.