Vivimos y morimos para que el hijo de Piñuel tenga un futuro de paz y libertad´

Vivimos y morimos para que el hijo de Piñuel tenga un futuro de paz y libertad´

El recuerdo al último guardia civil asesinado por ETA preside un homenaje a las víctimas. El lehendakari Ibarretxe insta a "luchar contra el olvido"



LA OPINIÓN. SAN SEBASTIÁN La unidad frente al terror y el recuerdo al guardia civil Juan Manuel Piñuel, última víctima de ETA, fueron los protagonistas ayer en San Sebastián, donde asociaciones de víctimas y todos los partidos democráticos vascos excepto el PP rindieron un homenaje a las víctimas del terrorismo organizado por el Gobierno vasco.

El momento más emotivo tuvo lugar al intervenir Leoncio Sainz, agente herido en un atentado en 1984, quien ensalzó la figura de su compañero Piñuel, asesinado el pasado miércoles en Legutiano (Álava) y cuya familia reside en Málaga. Sainz recalcó que en la lucha contra el terrorismo, el instituto armado "está dando lo mejor que tiene, su sangre, por España, el País Vasco y la libertad".
A su entender, la muerte de Piñuel y el "enorme sacrificio" ofrecido "por tantos guardias civiles en esta tierra tiene una razón de ser para seguir, para aguantar, para soportar tanto dolor": la defensa de la libertad y de los derechos de los ciudadanos.
Sáinz añadió que los miembros de la Guardia Civil "viven y mueren" por velar por la seguridad y la libertad de la sociedad, para que la democracia y el Estado de Derecho "venzan al terror y a la imposición", así como para que "nuestros hijos no tengan la desdicha de vivir estos tiempos de desconsuelo y amargura", para que el hijo de Piñuel "pueda disfrutar de un futuro de paz y libertad".

El guardia civil, uno de los cuatro afectados por el terrorismo que intervino en el acto, señaló que no puede "quitarse de la cabeza" la imagen y el sonido del llanto de los niños en el interior del cuartel de Legutiano. "Y me pregunto: ¿cómo puede mirar el terrorista a los ojos de sus hijos, feliz y contento de haber hundido la vida de esos niños, de hacerles llorar?, ¿cómo se puede vivir así el resto de la vida?".

Riesgo. Por su parte, Maixabel Lasa, viuda del ex gobernador civil de Guipúzcoa asesinado por ETA Juan María Jauregi y directora de Atención a las Víctimas del Gobierno vasco, alertó en su intervención del riesgo que conlleva la resignación ante el "negro y sombrío panorama" del terrorismo. Así, demandó a los vascos que no se conviertan en un pueblo indolente ni en una sociedad avanzada que se acostumbra a convivir con el peligro y la violencia cuando no le toca de cerca.
Mientras, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, explicó que los asistentes participaron en este acto para "luchar contra el olvido", porque "la convivencia no es amnesia sobre el pasado, sino lectura crítica del mismo".