Diez preguntas sin respuesta sobre el chivatazo

Diez preguntas sin respuesta sobre el chivatazo

El responsable de Interior del PP en el Senado, Luis Peral, formuló sin éxito este martes al ministro del ramo, Alfredo Pérez Rubalcaba, diez preguntas sobre las incógnitas que rodean al llamado "caso Faisán", en el que, presuntamente, un responsable policial desbarató una operación policial contra el aparato de extorsión de ETA y frustró inicialmente la detención de un colaborador de la banda, durante el último alto el fuego de los terroristas y la negociación política emprendida por el Gobierno Zapatero. Pero Rubalcaba volvió a poner de manifiesto el mutismo que su departamento mantiene en relación a este asunto.

Peral comenzó su intervención reconociendo "el compromiso, el esfuerzo y los logros que, con el apoyo de todos los partidos democráticos, está cosechando Rubalcaba en la lucha contra ETA". Por eso mismo, subrayó que "la sociedad civil española, que apoya sin fisuras esa lucha contra el terrorismo, se ha visto desagradablemente sorprendida por lo que está ocurriendo con el caso Faisán y no comprende bien la posición de algunos funcionarios públicos que representan a dignísimas instituciones".

Según Peral, en relación a este asunto hay demasiados puntos oscuros que redujo a diez preguntas concretas y para las que Rubalcaba no proporcionó ninguna respuesta: "¿Quién dio el chivatazo? ¿Por qué lo dio? ¿Por qué se puso en peligro con el aviso a ETA la segunda fase de la actuación de la Policía y la Magistratura francesas, de forma que algunos

detenidos en esta segunda fase pudieron destruir pruebas inculpatorias, lo que impidió avanzar más en la investigación de la financiación de ETA? ¿Por qué, según ha denunciado el SUP, dejaron de funcionar las cámaras de grabación durante 24 horas? ¿Por qué ha durado tanto la investigación del juez Garzón? ¿Por qué la Policía entrega el segundo video al Juzgado en Julio de 2008, dos años después de los hechos, y por qué el juez Garzón lo va a exhibir ahora a las partes, un año y cuatro meses después de recibirlo en el Juzgado? ¿Por qué el fiscal pide el archivo de la causa en lo referente al chivatazo? ¿Por qué hay discrepancias sobre los responsables del chivatazo entre el inspector que investiga el caso y los sindicatos SUP y SPP? ¿Por qué se encargó investigar el chivatazo al mismo inspector que era el jefe de los agentes que investigaban la trama de extorsión de ETA? ¿Por qué considera infantil el Gobierno que el principal partido de la oposición se interese por las circunstancias y responsables del

caso Faisán?"

Peral aseguró que está convencido de que Rubalcaba, "ni como portavoz del Congreso ni como ministro del Interior, no ha compartido en el fondo la desdichada iniciativa de pactar con ETA, hoy felizmente rectificada. Algo me dice también que usted no tuvo nada que ver con este asunto que hoy nos ocupa y que se produjo a los pocos días de su llegada al Ministerio. Estoy seguro –continuó– que le gustaría que nunca se hubiera producido algo tan infame como que alguien, desde la Policía, haya avisado a ETA de una acción contra ella".

La cantidad de puntos oscuros del caso le llevó al portavoz popular de interior a reiterar la necesidad de que el asunto "no se cierre en falso". "Haga cuanto esté en su mano, que es larga y poderosa, para que este asunto no se archive, de forma que el peso de la Ley caiga sobre quienes se han comportado de forma tan reprobable", le exigió al ministro.

Por último, Luis Peral le reclamó a Rubalcaba que no invoque a las altas políticas de Estado o a la lealtad institucional para reprobar esta iniciativa. "Demasiadas veces, con ese pretexto –dijo-, se intenta hurtar del debate democrático lo que constituye precisamente la esencia histórica e irrenunciable del Estado: Las políticas de Interior, Defensa, Asuntos Exteriores, Justicia y libertades Públicas. No podemos en estos temas de Estado renunciar a controlar la labor del Gobierno, renunciar a discrepar cuando hay que hacerlo, renunciar a defender los intereses superiores de España cuando están en peligro, so pena de convertirnos en la versión ibérica de aquel Partido Campesino polaco que bailaba el agua a los gobiernos comunistas de Polonia".