El SCS ordena el traslado de la sangre de Laredo a Mompía

Ante la tensión vivida con los sindicalistas, las 370 muestras tuvieron que ser custodiadas por un vigilante
21.01.10 - 00:30 -
RAFAEL SÁNCHEZ | LAREDO.

El SCS ordenó ayer el envió de unas 370 muestras de sangre procedentes del Hospital Comarcal de Laredo y de los ocho centros de salud de su área de influencia hasta los laboratorios del Hospital de Mompía (centro privado situado en Santa Cruz de Bezana) para que fueran procesadas allí. Esta estrategia fue ideada por el gerente del Hospital de Laredo para evitar que se unieran a las centenares de ellas que se han perdido durante el desarrollo de la huelga.
El traslado se debió al seguimiento del paro en un 100 % de los técnicos, con sólo dos trabajadores en Laboratorio en servicios mínimos para procesar muestras de urgencias. El resto, diez, secundaron el paro. Lo mismo sucedió en Radiología, con dos técnicos trabajando y nueve en huelga.
El traslado de las muestras fue el colofón a una tensa espera de horas, más propia del guión de una película de acción que de una huelga. Tal y como estaba previsto, a primera hora, 08.30, comenzaron las extracciones en el hospital que se trasladaron con normalidad al laboratorio, donde, paralelamente, se les unieron las del resto de los ocho centros de salud de la comarca.
Hasta ahí, todo bien, aparentemente, incluso con una orden directa del Servicio Cántabro del Salud (SCS) al jefe de sección «de que tenían que ser procesadas todas las unidades». Pero no fue así.
Momentos de tensión
Con el paso de las horas, la tensión fue subiendo hasta que, poco antes de la finalización del servicio, a las 15.00 horas, llegó la orden del traslado de la sangre a otro lugar, a lo que los sindicatos se negaron rotundamente.
Tras sopesar la posibilidad de requerir la presencia de un notario, los delegados exigieron que se diera la orden del traslado por escrito. Una vez redactada y entregada al jefe de servicio, con ordenes directas de la gerencia del SCS, permitió la salida del material, nueve maletones con la sangre, aunque sin indicar su destino. Para evitar problemas, dado el ambiente, las muestras fueron custodiadas por un vigilante de seguridad en su trayecto desde el laboratorio hasta el vehículo que trasladó los maletones hasta Mompía.
Un portavoz sindical anunció la presentación de una demanda por entender que la orden conculcaba lo reglamentado en estas situaciones huelga. «Esta prohibido minimizar los efectos de la misma con el auxilio de empresas externas al conflicto», señalaron.
En Radiología se suspendieron 80 pruebas, de ellas 10 mamografías. Además, como adelantó ayer este periódico, la huelga de celadores provocó que al no poderse trasladar unas 600 historiales a las consultas programadas se tuvieran que suspender muchas de ellas y enviar a los pacientes a casa con el consiguiente enfado por no haber sido avisados.
A pesar de lo dicho sobre el sistema a emplear para que no se deterioren la sangre, en absoluto se resuelve el problema con su refrigeración, como apuntó el consejero de Sanidad. Ayer, fuentes próximas al Laboratorio de éste centro aseguraban que muchas de las muestras llevadas a Mompía «se podrían haber perdido por el retraso en ser procesadas».
Según técnicos privados consultados por EL DIARIO MONTAÑÉS para establecer el tiempo que puede durar una muestra sin procesar, hay que distinguir entre las pruebas a las que se somete la sangre extraída. Las destinadas a bioquímica y serología (glucosa, colesterol y otras), necesitan ser centrifugadas en un breve espacio de tiempo «para separar la parte sólida del suero». Una vez verificada la operación, el suero se puede procesar inmediatamente o, en su defecto, ser congelado para días posteriores. Sin embargo, el sistema dentro de la especialidad de hematología (estudio de los elementos de la sangre y sus precursores, así como de los trastornos estructurales y bioquímicos de estos elementos), es diferente. Al no tener que centrifugarse, puede durar más tiempo.