El Rey concede el Toisón de Oro a Javier Solana y a Víctor García de la Concha

Tras cuatro años en la secretaria general de la OTAN, Javier Solana (Madrid, 1942) comandó durante una década la política exterior europea hasta que fue sustitudo el pasado mes de noviembre por la británica Catherine Ashton. Su futuro, ahora, será dirigir el proceso de elaboración de la estrategia española de seguridad, un documento en el que por vez primera deben plasmarse los riesgos para la seguridad de los españoles y la manera de hacerles frente.

De su etapa en la OTAN cabe destacar los acuerdos de cooperación con Rusia, firmados en 1997, que marcan el fin de la guerra fría y de la Europa dividida por la Conferencia de Yalta (1945). Sin embargo, su tarea más espinosa fue la gestión de las guerras balcánicas, donde tomó de forma unilateral la polémica decisión de bombardear la Serbia de Milosevic para frenar un genocidio, y las sucesivas misiones europeas.

Durante su mandato como Míster Pesc, cargo que tuvo la responsabilidad de estrenar, Solana tuvo un papel primordial en varios de los lances más complejos de la reciente política internacional, como el inacabado proceso de paz entre israelíes y palestinos o la negociación con Irán sobre su programa nuclear. Sin embargo, él afirma que lo mejor de su larga etapa fueron la ampliación de la UE hasta 27 socios.

El presidente de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha (Villaviciosa, 1934), llegó a la institución en 1992 como miembro de número, ocupando el sillón con la letra c, tras una dilatada carrera académica en las universidades de Valladolid, Murcia, Zaragoza y Salamanca, donde destacó por su estudios de literatura. Tras ser nombrado secretario al año siguiente, en 1998 asumió su presidencia, cargo que mantiene hasta la fecha. García de la Concha también ha realizado colaboraciones para guiones de televisión, entre las que destaca su aportación a la serie Teresa de Ávila de TVE, en la que protagonizó un cameo ante las cámaras.

La Orden del Toisón de Oro se fundó en Brujas (Bélgica) en 1429 por Felipe el Bueno, duque de Borgoña, y es la más alta distinción que concede la Casa del Rey. Sólo otras diecisiete personalidades, entre ellas el Príncipe de Asturias, la han recibido en los últimos treinta años.

La insignia del Toisón consiste en un gran collar de oro, con las armas del duque de Borgoña, compuesto de eslabones dobles en forma de B, entrelazados con pedernales echando llamas. Tanto los collares de las distintas órdenes como el Toisón deben ser devueltos cuando fallece el galardonado ya que sólo existen 60 galardones. diario el pais