Comienza la Feria de Sevilla

EFE La Feria de Abril de Sevilla es una de las más grandes y bulliciosas de Andalucía y también de las que recibe más críticas porque de sus 1.047 casetas, sólo 17 son abiertas al público, a pesar de lo cual es posible divertirse y participar activamente sin pertenecer a las casetas privadas.

La mayoría de los foráneos se sorprenden al comprobar que en casi todas las casetas, que en Sevilla se consideran una extensión de la casa, se les niega el paso si no van acompañados de alguien conocido o con una invitación, lo que en el resto de Andalucía, donde casi todas las casetas son públicas, se considera un símbolo del elitismo de los sevillanos.

La delegada de Fiestas Mayores de Sevilla, Rosamar Prieto, sin embargo, rechaza que la feria sevillana sea "elitista y de los señoritos" porque asegura que "prácticamente todo el mundo tiene cabida y posibilidad de disfrutar de las casetas", según ha señalado.

Así, ha subrayado que a los turistas que se colocan frente a una caseta para curiosear siempre se les suele invitar a una copa y que los visitantes de otras zonas de España lo más probable es que conozcan a un amigo o a un familiar que sí tiene a otro conocido con acceso a las casetas privadas.

Ante esas críticas de elitismo, Prieto subraya que "el sistema no debe ser muy descabellado porque es la feria que quiere copiar todo el mundo", aunque "a algunos les sale y a otros no".

Lo cierto es que la Feria de Abril ocupa más de un millón de metros cuadrados y que aglutina, en horas puntas, a decenas de miles de personas, cifras que desmienten su carácter elitista.

Algunas de las casi quinientas casetas familiares contratan a vigilantes jurados para ayudar a regular el flujo de visitantes y sólo permiten el paso a los socios, a sus amigos y familiares o a los que llevan la preceptiva invitación.

A pesar de ello, es raro que un visitante se quede sin disfrutar de la Feria, lo mismo que ocurre entre los sevillanos, gracias a las relaciones sociales o de parentesco con los que sí tienen casetas familiares, que son las más abundantes y las más pequeñas, con cuatro metros de ancho y una profundidad variable, con hasta una veintena de metros.

Además, hay numerosas casetas de empresas o de agrupaciones que son hasta ocho veces más grandes que las familiares y a las que pueden acceder sus empleados.

Hay que precisar que las casetas familiares están compuestas por varias decenas de socios, cada uno de los cuales invita a quien lo desee, y que existen 1.200 solicitudes de casetas que no se pueden atender por falta de espacio.

Por ello, no es raro que cualquier sevillano conozca a alguien con posibilidad de entrar en una caseta privada, donde lo habitual es que le agasajen con vinos, cervezas y comidas de alta calidad a base de jamón serrano, quesos, mariscos o guisos del día.

Si usted no conoce a nadie de Sevilla con acceso a casetas, su opción es dirigirse a algunas de las diecisiete en las que no le pedirán ninguna entrada y
en las que también puede degustar productos de calidad, bailar sevillanas y conocer el ambiente festivo sevillano.

Estas casetas son las seis de los distritos municipales, las de los partidos políticos -del PSOE, PP, del Partido Andalucista y la del PCE, conocida como "Pecera"-, las de los sindicatos UGT, CCOO y USO y las de las Hermandades del Trabajo, Fiestas Mayores, La Esmeralda y Pueblo de Sevilla.

Tampoco es raro que en la Feria se encuentre a un grupo de personas bailando y cantando en plena calle, "sarao" al que podrá unirse sin ningún problema y en el que es posible que obtenga un interesante contacto para su jornada feriante.

Comienza la Feria.
La tradicional "prueba del alumbrao" ha abierto esta medianoche de manera oficial la 163 edición de la Feria de Abril de Sevilla con el encendido de las 370.000 bombillas del recinto, acto con el que se da paso a una semana de diversión que congregará, en horas punta, a un millón de personas.

Miles de personas se han congregado ante la portada del Real de la Feria para contemplar a las 00.00 horas el encendido de las 370.000 lámparas y farolillos que iluminan sus quince calles, todas con nombres de toreros ilustres.

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, accionó, como es habitual y acompañado por miembros de la Corporación, el mecanismo que encendió la portada, una instalación innovadora respecto a la tradición de plasmar monumentos significativos de la ciudad.

Así, la portada, que tiene 20.000 bombillas, pesa 250 toneladas y mide 43,4 metros de altura, se dedica al centenario de la aviación en Sevilla, que se
cumple este año tras el primer vuelo del avión Bleriot XI desde el cercano recinto militar de Tablada.

Un avión de ese tipo está situado en la parte superior de la portada, para el que se emplean los colores amarillo y rojo, y el conjunto es el símbolo de la ciudad creado por el rey San Fernando -Nomadejado-, que se representa con las letras No y Do y en medio de ellas una madeja.

La Feria también estará marcada por la primera huelga en el transporte urbano convocada para toda la semana, lo que reducirá los autobuses a la mitad en las líneas que van directamente al Real -como se conoce al recinto- o su entorno y al 25% el resto.

La concejal de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto-Castro (PSOE), ha calificado la decisión de los trabajadores como una "irresponsabilidad", tras lo cual ha recordado que funcionarán sin problemas las lanzaderas desde los aparcamientos, cuyas plazas se ampliarán, y el Metro "las 24 horas del día".

Tras el tradicional "pescaíto" en las 1.047 casetas de la Feria, que forman esta semana una ciudad efímera, casi paralela y autónoma, con todos sus
servicios (sanitarios, seguridad, bomberos o limpieza, entre otros), el alumbrado ha dado paso al júbilo y la alegría de miles de personas concentradas, un año más, en torno a la portada.

Aunque muchos sevillanos ya han disfrutado en sus casetas este fin de semana, dando los últimos retoques o de fiesta con amigos y familiares, el alumbrado marca el inicio oficial de la Feria, cuyo recinto, en el barrio de Los Remedios, ocupa un millón de metros cuadrados, de los que 450.000 son
del Real y el resto para atracciones y aparcamientos.

Desde mañana se podrá disfrutar del paseo de caballos, que el Ayuntamiento ha vuelto a regular para que los carruajes no colapsen el recinto, donde
sólo accederán cada día 700 de los 1.400 coches de caballo con permiso, que rotarán según tengan matrícula par o impar.

La Feria de Sevilla nació con un decreto de la Reina Isabel II del 5 de marzo de 1847 y comenzó como una feria de ganado de tres días creada por dos
concejales: el catalán Narciso Bonaplata y el vasco José María Ybarra, en la que se montaban los corrales que luego evolucionarían hasta las actuales casetas.