Dos heridos leves y unas 1.500 personas evacuadas a causa del incendio en Cala Benirras

Dos heridos leves y unas 1.500 personas evacuadas a causa del incendio en Cala Benirras
ÁlbumLocalizaciónLa humareda vista desde el mar es espeluznante | El Mundo




Los bomberos han movilizado todas sus unidades
Se ha solicitado a la Delegación de Gobierno ha incorporado a la UME
Los efectivos trabajarán durante la noche para controlarlo

Disminuye el tamaño del textoAumenta el tamaño del textoUn incendio forestal ha convertido el paraíso en un infierno. Una de las calas más populares de Ibiza, Cala Benirras, se ha visto envuelta en llamas. Dos personas han resultado heridas leves por quemaduras e inhalación de humo, según el servicio de emergencias de Baleares, mientras que unas mil quinientas han sido evacuadas, de acuerdo con fuentes de la Consellería de Interior del Govern balear.

"Estábamos todos arremolinados en la orilla como escorpiones mientras no cesaban de oírse las explosiones de los coches" comentaba un grupo de chicas asturianas de vacaciones en la Isla.

Un pequeño foco en zona forestal cercana a Cala Benirras, en Sant Joan de Labritja, ha alcanzado los vehículos de los bañistas de tal manera que los veraneantes se han visto literalmente encerrados. Lanchas de salvamento marítimo y la Guardia Civil ha tenido que evacuar a los bañistas y se ha solicitado a todos los barcos que se acercasen a ayudar.


Vista aérea de la cala
Y es que no hay escapatoria, la playa es, según los ibicencos, "una ratonera, llegas a dejar el coche a 4 kilómetros de la playa, siempre habíamos elucubrado con la idea de que si algún día algo pasaba allí no llegaría la ayuda a tiempo, y así ha sido".

La gran mayoría de los evacuados eran bañistas y personas que, al parecer, habían acudido a la zona para participar en una fiesta multitudinaria, mientras que otros son residentes de 40 edificaciones de la zona que han sido desalojadas a causa del fuego.

La cala estaba llena de niños e incluso personas de movilidad reducida y los agentes han tenido que cargarlos a hombros, literalmente, para poder sacarlos de allí. Por el momento se han quemado en torno a 50 hectáreas de bosque y 20 vehículos, sin que el incendio pueda darse aún por controlado.

Las tres brigadas de los Bomberos de Ibiza, así como otras dos desplazadas desde Mallorca, trabajan en la extinción -que se prolongará durante toda la noche- apoyadas por dos tanquetas terrestres, un avión y un helicóptero con base en Ibiza, así como tres helicópteros y tres aviones más desplazados desde Mallorca -incluido el Canadair de Pollença-, según ha informado la Conselleria de Medio Ambiente y Movilidad.

El presidente balear, Francesc Antich, viaja esta noche a Ibiza para seguir la extinción del incendio. También se han trasladado a la isla el conseller de Medio Ambiente y Mobilidad, Gabriel Vicens, acompañado del director general de Biodiversidad, Vicens Vidal, y el gerente de IBANAT, Guillem Rosselló.

Se incorporan efectivos de la UME
Emergencias ha activado el nivel 2 del plan infobal contra incendios y medio centenar de efectivos y siete medios aéreos trabajan en la extinción del incendio. Ello supone que el Govern asume la gestión del incendio y el 112 ha convocado al grupo de apoyo técnico que preside el director general de Emergencias, Jaime Coll, informa Efe.

Asimismo, la Delegación del Gobierno en Baleares ha organizado la incorporación a las labores de extinción de 70 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se han desplazado desde Valencia.

El puesto de mando avanzado se ha ubicado en Ibiza, desde donde el director general de Interior, Sebastià Amengual, dirigirá las operaciones por delegación de la consellera de Innovación, Interior y Justicia, Pilar Costa.

También trabajan en la extinción efectivos de la Unidad Operativa de Emergencias, del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat), un helicóptero del 112, la Policía Local y la Guardia Civil.

El Ayuntamiento de Sant Joan de Labritja se ha encargado de alojar a las personas afectadas por el incendio que no pueden dormir en sus residencias al ser desalojados.