Los policías se ponen en huelga de celo para exigir mejores salarios

Los policías se ponen en huelga de celo para exigir mejores salarios

Los cinco sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía (SUP, CEP, UFP, SPP y SC) anunciaron ayer en Santander el calendario de «medidas de presión» para conseguir la equiparación salarial con las policías autonómicas. La protesta, como ya adelantaron la semana pasada tras declararse en conflicto colectivo, arrancará el viernes con un día de trabajo «a reglamento».

El trabajo a reglamento consiste en el «cumplimiento estricto» de las órdenes en cuanto al tratamiento de detenidos, realización de diligencias policiales y puesta a disposición judicial, Ley de Extranjería referida a estos temas, etcétera.

«Excepto los casos de servicios de urgente e inaplazable necesidad, así como para la práctica de las primeras gestiones en todos los delitos de carácter grave, en todos los demás deberán cumplirse estrictamente las órdenes que se reciban y sólo éstas», detallaron los sindicatos. Según sus cálculos, la medida podría rebajar entre 150 y 200 el número de detenidos diarios. Los sindicatos advirtieron en rueda de prensa de que ocasionarán «molestias, pero nunca inseguridad» a los ciudadanos, ya que no afectarán «en ningún caso» a servicios que se requieran como consecuencia de la realización de algún delito que afecte a la seguridad del Estado o de los ciudadanos, ni a los servicios de carácter urgente o humanitario.

Manifestación

El trabajo «a reglamento» se prolongará en varias jornadas de julio (días 2, 3, 8, 9, 16, 17, 23, 24, 30 y 31), aunque los sindicatos han acordado «hacer un paréntesis» en agosto, dado que en este mes se concentran la mayor parte de las vacaciones estivales y que la afluencia de turistas a España es masiva. «Es una prueba de responsabilidad que no se merece nuestro Gobierno», indicaron. De ser necesario, continuarán en septiembre con más días de trabajo a reglamento e, incluso, con una gran manifestación de policías en Madrid.

Los representantes policiales demandan un incremento salarial de entre el 12 y el 20 por ciento por encima del IPC en cuatro años. Con ello, pretenden recortar las diferencias salariales con los policías autonómicos que, según dijeron, se han «duplicado» en los últimos años, alcanzando entre un 30 y un 50 por ciento.