Vigilantes de seguridad para las colas de Doña Manolita

Que dos meses antes (y más) del sorteo extraordinario de Lotería de Navidad, el popular «Gordo», haya colas larguísimas para comprar un décimo en Doña Manolita no es algo fuera de lo común. Lo que sí es más singular es que la propiedad del famoso despacho de loterías haya contratado a vigilantes de seguridad para controlar la afluencia de público.

Es lo que viene ocurriendo días como hoy, tal y como se aprecia en la imagen superior. La avalancha de soñadores con hacerse ricos el 22 de diciembre da para mucho, como puede verse.

Precisamente, uno de los número ya agotados es el 17912, el que corresponde a la fecha en que Esperanza Aguirre anunció su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid y de la política en general





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Se entiende perfectamente que haya seguridad, y además que la misma sea prestada con arma.

Las causas que me llevan a decir esto, no son precisamente las colas, pues eso es muy fácil de controlar. Hay otros motivos que aún estando a la sombra serían muy importantes, como son la concentración de dinero (RECAUDACION) que harán en estas fechas y que serán un plato apetitoso para los delincuentes.

Si las joyerías, los comercios, los bancos pueden tener seguridad, y éstos cuando mueven dinero tienen seguridad (transporte de fondos todos los días) ¿por qué no van a tener los despachos de loterías en momentos de grandes recaudaciones? Es lo lógico y no debería de ser noticia, ya que de no tenerla serían un objetivo muy fácil, en manos de la delincuencia.

Me parece apropiada la contratación de seguridad en estos establecimientos, más allá del control de las colas, que no sería otra cosa que mirar por los usuarios de su cliente.

Está todo dentro de las funciones que la Ley de Seguridad Privada nos encomienda... yo no lo veo raro.

Un saludo.

PD.: De los periodistas mejor no hablo, que es una estirpe para darles de comer aparte.

Que dos meses antes (y más) del sorteo extraordinario de Lotería de Navidad, el popular «Gordo», haya colas larguísimas para comprar un décimo en Doña Manolita no es algo fuera de lo común. Lo que sí es más singular es que la propiedad del famoso despacho de loterías haya contratado a vigilantes de seguridad para controlar la afluencia de público.

Es lo que viene ocurriendo días como hoy, tal y como se aprecia en la imagen superior. La avalancha de soñadores con hacerse ricos el 22 de diciembre da para mucho, como puede verse.

Precisamente, uno de los número ya agotados es el 17912, el que corresponde a la fecha en que Esperanza Aguirre anunció su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid y de la política en general.


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Así no va compañeros ,plena Puerta Del Sol y en ABC.ES,una noticia de VIGILANTES DE SEGURIDAD cuando es una empresa de auxiliares.



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Los periodistas no de enteran, no saben distinguir entre un vigilante de seguridad,un auxiliar o un portero de discoteca, para fiarse de ellos en lo demás

La verdad es que son una panda de TRUCHOS.

Un saludo.