Esta noticia pues quizas no deberia de ser publicada aqui es solo un suceso mas de los que hay todos los dias,pero en este caso a mi me toca especialmente por el lugar y por los protagonistas.
El lugar .....mi barrio,el centro social en que tantas horas pase en una epoca de mi vida de la que tengo buenos recuerdos.
Los protagonistas...el "presunto"asesino era un compañero de dardos y el asesinado el hermano de otro de los compañeros que a su vez era el encargado de la asociacion, de verdad que hoy recordando las partidas y las cervezas y alguna cosilla mas que compartiamos,no puedo llegar a entender como Marcos le pudo hacer esto al hermano de su gran amigo Pedro.
Con esto pues el pesame a ambas familias ,porque en estos casos siempre es asi uno muere ,otro mata,pero las dos familias sufren.
suceso Un hombre asesina de dos tiros de escopeta a un vecino en A Coruña
«Lo tenía que matar», dijo el supuesto homicida cuando fue detenido, apenas 15 minutos después del crimen
Un hombre de 50 años cayó abatido por dos disparos de escopeta en el local del centro social de Oza, en A Coruña, donde sustituía temporalmente a su hermano, responsable de la entidad. El supuesto asesino fue detenido a los 15 minutos, a escasos metros del lugar del crimen, adonde regresó tras tomarse una cerveza en un bar cercano. Eran las dos de la tarde. Y desde entonces, la Policía Nacional investiga los motivos que llevaron a Marcos Graña González, de 32 años y que padece trastornos mentales, a disparar contra José Martínez Hilario, a quien conocía desde niño.
Cinco horas antes del crimen, el autor de los hechos se presentó en estado ebrio en el barrio de Monelos. Estacionó su coche junto a la iglesia de Oza, a escasos 40 metros del lugar de los disparos. Abrió las puertas del vehículo, puso la música «a todo trapo, como hace siempre», según los vecinos, y no hizo otra cosa que beber cerveza.
A la una de la tarde, ya completamente ebrio, Marcos Graña comentó a un amigo que a Hilario, como era conocida la víctima, le quedaban «pocas horas de vida». Tuvo tiempo para comentarle al párroco de Oza lo mucho que creía en Dios y declararse católico «de remate». El sacerdote le aconsejó que dejara de beber y bajase el volumen de la música del coche. «Me acompañó hasta la puerta de casa y se fue tranquilo, sin mostrar odio hacia nadie, comentando cosas propias de los borrachos», según el párroco.
Y a las dos de la tarde se desencadenó la tragedia. Según fuentes policiales, el supuesto homicida se dirigió en coche al número 37 de la calle Camino de la Iglesia, donde se halla el centro social de Oza, cerrado por reformas. Allí estaba José Martínez Hilario, solo, ayudando a acondicionar el local, que gestiona su hermano. Marcos Graña entró con una escopeta de caza, disparó dos veces contra la pared y regresó a la calle. Tras él salió Martínez. Y en la acera, a bocajarro, la víctima recibió dos disparos en el pecho y se desplomó a los pies de su asesino. Un vecino se asomó a la ventana tras oír el ruido y vio al hombre tendido en el suelo. Cogió una toalla, bajó a la calle e intentó tapar las heridas. «Sangraba mucho y temblaba, pero en segundos se me murió en los brazos», recordaba emocionado.
Una corta huida
Cuando Graña dejaba el lugar, apareció su hermano, que acudió corriendo tras oír los disparos. Con las manos en la cabeza, le reprochó lo que había hecho. Pero Marcos, fuera de sí, lo encañonó y lo obligó a que subiera con él al automóvil: «No me dejes tirado ahora». No habían recorrido una manzana, en la misma calle, y el autor de los hechos aparcó el vehículo, momento que su hermano aprovechó para huir. Marcos Graña se dirigió a un bar cercano, donde pidió una cerveza. Llevaba consigo la escopeta y le soltó a la camarera: «Guárdame esto ahí, que acabo de matar a un hombre». Tras consumir su bebida, volvió hacia la iglesia. Y en uno de los laterales, nada más quitarse la camisa, dos agentes de policía se le echaron encima. Marcos no opuso resistencia. Solo dijo: «Lo tenía que matar».
Por la manera de cometer al asesinato no puedo culparlo,imagino que seria un arrebato de locura del que NADIE esta a salvo en su vida.
D.E.P
Chao.
Pd, Por cierto el muerto tambien era VS,vigilante jurado segun la prensa.
El lugar .....mi barrio,el centro social en que tantas horas pase en una epoca de mi vida de la que tengo buenos recuerdos.
Los protagonistas...el "presunto"asesino era un compañero de dardos y el asesinado el hermano de otro de los compañeros que a su vez era el encargado de la asociacion, de verdad que hoy recordando las partidas y las cervezas y alguna cosilla mas que compartiamos,no puedo llegar a entender como Marcos le pudo hacer esto al hermano de su gran amigo Pedro.
Con esto pues el pesame a ambas familias ,porque en estos casos siempre es asi uno muere ,otro mata,pero las dos familias sufren.
suceso Un hombre asesina de dos tiros de escopeta a un vecino en A Coruña
«Lo tenía que matar», dijo el supuesto homicida cuando fue detenido, apenas 15 minutos después del crimen
Un hombre de 50 años cayó abatido por dos disparos de escopeta en el local del centro social de Oza, en A Coruña, donde sustituía temporalmente a su hermano, responsable de la entidad. El supuesto asesino fue detenido a los 15 minutos, a escasos metros del lugar del crimen, adonde regresó tras tomarse una cerveza en un bar cercano. Eran las dos de la tarde. Y desde entonces, la Policía Nacional investiga los motivos que llevaron a Marcos Graña González, de 32 años y que padece trastornos mentales, a disparar contra José Martínez Hilario, a quien conocía desde niño.
Cinco horas antes del crimen, el autor de los hechos se presentó en estado ebrio en el barrio de Monelos. Estacionó su coche junto a la iglesia de Oza, a escasos 40 metros del lugar de los disparos. Abrió las puertas del vehículo, puso la música «a todo trapo, como hace siempre», según los vecinos, y no hizo otra cosa que beber cerveza.
A la una de la tarde, ya completamente ebrio, Marcos Graña comentó a un amigo que a Hilario, como era conocida la víctima, le quedaban «pocas horas de vida». Tuvo tiempo para comentarle al párroco de Oza lo mucho que creía en Dios y declararse católico «de remate». El sacerdote le aconsejó que dejara de beber y bajase el volumen de la música del coche. «Me acompañó hasta la puerta de casa y se fue tranquilo, sin mostrar odio hacia nadie, comentando cosas propias de los borrachos», según el párroco.
Y a las dos de la tarde se desencadenó la tragedia. Según fuentes policiales, el supuesto homicida se dirigió en coche al número 37 de la calle Camino de la Iglesia, donde se halla el centro social de Oza, cerrado por reformas. Allí estaba José Martínez Hilario, solo, ayudando a acondicionar el local, que gestiona su hermano. Marcos Graña entró con una escopeta de caza, disparó dos veces contra la pared y regresó a la calle. Tras él salió Martínez. Y en la acera, a bocajarro, la víctima recibió dos disparos en el pecho y se desplomó a los pies de su asesino. Un vecino se asomó a la ventana tras oír el ruido y vio al hombre tendido en el suelo. Cogió una toalla, bajó a la calle e intentó tapar las heridas. «Sangraba mucho y temblaba, pero en segundos se me murió en los brazos», recordaba emocionado.
Una corta huida
Cuando Graña dejaba el lugar, apareció su hermano, que acudió corriendo tras oír los disparos. Con las manos en la cabeza, le reprochó lo que había hecho. Pero Marcos, fuera de sí, lo encañonó y lo obligó a que subiera con él al automóvil: «No me dejes tirado ahora». No habían recorrido una manzana, en la misma calle, y el autor de los hechos aparcó el vehículo, momento que su hermano aprovechó para huir. Marcos Graña se dirigió a un bar cercano, donde pidió una cerveza. Llevaba consigo la escopeta y le soltó a la camarera: «Guárdame esto ahí, que acabo de matar a un hombre». Tras consumir su bebida, volvió hacia la iglesia. Y en uno de los laterales, nada más quitarse la camisa, dos agentes de policía se le echaron encima. Marcos no opuso resistencia. Solo dijo: «Lo tenía que matar».
Por la manera de cometer al asesinato no puedo culparlo,imagino que seria un arrebato de locura del que NADIE esta a salvo en su vida.
D.E.P
Chao.
Pd, Por cierto el muerto tambien era VS,vigilante jurado segun la prensa.
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