Dos ladrones se hacen con un botín de 40.000 euros en una joyería . Es el séptimo atraco en diez días

Entró como un cliente más. Joven, vestido con pantalones pirata y camiseta de manga corta. Al ver que no había nadie más en la joyería, abrió la puerta a su compinche, que llevaba una indumentaria muy similar, aunque con la cara algo más tapada. Entonces, sacaron una pistola. No hacía falta decir nada más. El fin de semana pasado, la dueña de la joyería-relojería Zumaquero, situada en la calle peatonal Margarita Xirgu, en Teatinos, vivió uno de los múltiples atracos -la mayoría se quedaron en intentos frustrados- que se han producido en las últimas semanas en la capital. Los ladrones sustrajeron joyas y relojes que la propietaria valora en unos 40.000 euros.

Uno de los asaltantes encañonó a la dueña y le indicó que se colocara en un rincón del mostrador sin tocar nada. Eran las 13.45 horas del sábado 2 de agosto. La dueña del negocio, que prefiere mantener el anonimato, estaba sola: «Montó el arma al entrar y me apuntó muy cerca de la cabeza. Lo único que decían era 'los relojes, el dinero' y repetían una y otra vez 'que te mato, que te mato'».

Los ladrones destrozaron la caja registradora tirándola al suelo para hacerse con unos 300 euros en efectivo. Luego rompieron un escaparate y empezaron a echar joyas en una de las bolsas de plástico que llevaban para acarrear el botín. El siguiente escaparate, el de los relojes, tenía un cristal mucho más grueso, así que le pidieron las llaves a la dueña del local para abrirlo.

En cuatro minutos

El atraco fue visto y no visto. «Duró unos cuatro minutos», calcula la propietaria. Tras ocasionar múltiples destrozos en la joyería, los dos asaltantes se dieron a la fuga. Fuera les esperaban otros dos jóvenes a bordo de sendos ciclomotores, en los que emprendieron la huida por la calle peatonal. Los primeros agentes llegaron muy rápido y, aunque se estableció un amplio dispositivo de Policía Nacional y Local, los ladrones ya se habían esfumado de la zona.

La dueña de la joyería asegura que lo está pasando muy mal, porque el susto fue «tremendo», dice. Ahora siente desconfianza de todo aquel que toca al timbre para entrar a su establecimiento. «Sospechas de todo el mundo. El otro día, llegó un hombre a la puerta y metió la mano en una bandolera para sacar algo. Se me puso el corazón a mil. Era un vendedor ambulante de CD. Sólo quería enseñármelos», reflexiona.

Se trata del séptimo asalto, entre consumados y frustrados, que ha trascendido en Málaga en los últimos diez días. El viernes 1 de agosto, se produjeron sendos atracos en sucursales de Unicaja de la capital. El robo en la joyería Zumaquero sucedió al día siguiente. Después, entre el martes y el jueves, se registraron tres asaltos a mano armada a dos bancos y una farmacia que fueron abortados por dueños de los negocios, vecinos y empleados. Y por último, el viernes, dos delincuentes hicieron un butrón para acceder a una sucursal de Banesto de la alameda de Capuchinos, donde esperaron la llegada de los empleados para perpetrar un atraco que se saldó con un botín cercano a 50.000 euros.