Una noche incómoda
Ernests Gulbis promete, y mucho. Pero el juego del joven letón, generación del 88, como Juan Martín del Potro o Marin Cilic, aún carece de madurez para derrotar al número uno del mundo. Calidad y talento le sobran, pero le afectan de forma decisiva la precipitación y la firmeza en el pulso para afrontar los instantes decisivos del juego, aquellos que, sobre todo en superficies rápidas, decantan el duelo hacia un lado u el otro. Madrid ya conoce, en cualquier caso, su excelente potencial a pesar de su derrota ante Rafael Nadal (7-5, 3-6, 6-3) en dos horas y 20 minutos. [Álbum] [Narración y estadísticas]
Nadal aprovechó la ansiedad de uno de los jugadores más agresivos del circuito. Su juego plano con las dos caras de la raqueta hacen de él, de momento, un tenista tan atractivo como poco fiable. Al contrario que Nadal, la solidez como principio, riesgos los justos, sólo para situaciones límite. Apoyado en un buen primer servicio, el balear pronto encontró acomodo para su derecha. Apenas sufrió con su saque en los primeros minutos. Sólo cuando lo hacía para cerrar el primer set, con 6-5 a su favor, inmediatamente después de romper el de su rival. Le tembló la mano al letón. Con una derecha larga, primero, con otra a la red, después. Los síntomas de incomodidad en el juego de Nadal se confirmaron tras la reanudación. Gulbis, reconciliado con las líneas, no varió su táctica kamikaze. Puntos cortos, potencia máxima en cada golpeo. Quebró por primera vez en saque de Nadal en el segundo juego y supo mantener la ventaja hasta el final del set. Afirman sus detractores que el letón no es capaz de sumar los puntos decisivos, y les dio la razón, aunque no en el siguiente juego. De nuevo el servicio, su mejor aliado, le permitió salvar tres puntos de 'break'.
la inmadurez de Gulbis
Los rasgos de inmadurez de Gulbis se reflejaron, en toda su expresión, durante el tercer parcial. Capaz de arrinconar a Nadal, aquejado de una molestia muscular en el glúteo, dispuso de una opción de ruptura en el segundo juego. Restó a la red. A continuación, tras recibir Nadal la visita del 'fisio', el jugador del Báltico encadenó con su saque una doble falta (ocho cometió en todo el encuentro) y dos errores con su derecha. 'Break' en blanco para Nadal. Ventaja insalvable ante el número uno del mundo.
Distancia imposible de neutralizar porque Gulbis no posee el instinto asesino de su rival, quizá porque carece del hambre de otros a los que la vida no se lo puso tan fácil. Él no buscó en la raqueta un vehículo para progresar social y económicamente. No le hizo falta. Su madre, Milena, le inculcó su afición a un deporte muy alejado de los gustos y la tradición báltica, más cercana al hockey sobre hielo o el baloncesto, la profesión de su abuelo y su padre, Ainars, un inversor al que si algo le sobra es dinero.
La madre de Ernests puso la voluntad, la dedicación, y su ex marido la financiación de una carrera iniciada con aspiraciones profesionales a los 12 años, cuando su madre tomó la dura decisión de enviarlo a Múnich para perfeccionar su juego en la academia de Niki Pilic, escuela en la que coincidió con Novak Djokovic.
Que Gulbis se educó en uno de los barrios más exclusivos de la refinada ciudad balneario de Jurmala, el punto costero más turístico de Letonia, lo demuestra su atuendo impecable, casi siempre de chaqueta, impropio de un chico de su edad. También su afición por la música clásica, la lectura de grandes pensadores o el cine de los 70. Podría haber elegido la carrera de actor, como madre o su abuela, pero su talento con la raqueta no le dejó otra opción.
Gulbis mantuvo el tipo tras entregar su saque. Insistió, con criterio, en variar sus golpes. Optó por la dejada como recurso antes que lazarse a la red. Todo con tal de huir de la línea de fondo sobre la que Nadal, con el paso de los minutos, acaba por agotar a cualquiera. Pero volvió a fallar cuando la ocasión requería un golpe ganador. Nadal concretó su segunda bola de partido y superó el obstáculo más complicado de la primera ronda. Su próximo rival, el francés Richard Gasquet, tampoco es un caramelo. Ambos se conocen desde los 12 años, aunque en el circuito profesional siempre se impuso el español (5-0).
- Nadal se impone al talento del joven Gulbis y a las molestias físicas
- El jueves se medirá en la tercera ronda al francés Gasquet
Ernests Gulbis promete, y mucho. Pero el juego del joven letón, generación del 88, como Juan Martín del Potro o Marin Cilic, aún carece de madurez para derrotar al número uno del mundo. Calidad y talento le sobran, pero le afectan de forma decisiva la precipitación y la firmeza en el pulso para afrontar los instantes decisivos del juego, aquellos que, sobre todo en superficies rápidas, decantan el duelo hacia un lado u el otro. Madrid ya conoce, en cualquier caso, su excelente potencial a pesar de su derrota ante Rafael Nadal (7-5, 3-6, 6-3) en dos horas y 20 minutos. [Álbum] [Narración y estadísticas]
Nadal aprovechó la ansiedad de uno de los jugadores más agresivos del circuito. Su juego plano con las dos caras de la raqueta hacen de él, de momento, un tenista tan atractivo como poco fiable. Al contrario que Nadal, la solidez como principio, riesgos los justos, sólo para situaciones límite. Apoyado en un buen primer servicio, el balear pronto encontró acomodo para su derecha. Apenas sufrió con su saque en los primeros minutos. Sólo cuando lo hacía para cerrar el primer set, con 6-5 a su favor, inmediatamente después de romper el de su rival. Le tembló la mano al letón. Con una derecha larga, primero, con otra a la red, después. Los síntomas de incomodidad en el juego de Nadal se confirmaron tras la reanudación. Gulbis, reconciliado con las líneas, no varió su táctica kamikaze. Puntos cortos, potencia máxima en cada golpeo. Quebró por primera vez en saque de Nadal en el segundo juego y supo mantener la ventaja hasta el final del set. Afirman sus detractores que el letón no es capaz de sumar los puntos decisivos, y les dio la razón, aunque no en el siguiente juego. De nuevo el servicio, su mejor aliado, le permitió salvar tres puntos de 'break'.
la inmadurez de Gulbis
Los rasgos de inmadurez de Gulbis se reflejaron, en toda su expresión, durante el tercer parcial. Capaz de arrinconar a Nadal, aquejado de una molestia muscular en el glúteo, dispuso de una opción de ruptura en el segundo juego. Restó a la red. A continuación, tras recibir Nadal la visita del 'fisio', el jugador del Báltico encadenó con su saque una doble falta (ocho cometió en todo el encuentro) y dos errores con su derecha. 'Break' en blanco para Nadal. Ventaja insalvable ante el número uno del mundo.
Distancia imposible de neutralizar porque Gulbis no posee el instinto asesino de su rival, quizá porque carece del hambre de otros a los que la vida no se lo puso tan fácil. Él no buscó en la raqueta un vehículo para progresar social y económicamente. No le hizo falta. Su madre, Milena, le inculcó su afición a un deporte muy alejado de los gustos y la tradición báltica, más cercana al hockey sobre hielo o el baloncesto, la profesión de su abuelo y su padre, Ainars, un inversor al que si algo le sobra es dinero.
La madre de Ernests puso la voluntad, la dedicación, y su ex marido la financiación de una carrera iniciada con aspiraciones profesionales a los 12 años, cuando su madre tomó la dura decisión de enviarlo a Múnich para perfeccionar su juego en la academia de Niki Pilic, escuela en la que coincidió con Novak Djokovic.
Que Gulbis se educó en uno de los barrios más exclusivos de la refinada ciudad balneario de Jurmala, el punto costero más turístico de Letonia, lo demuestra su atuendo impecable, casi siempre de chaqueta, impropio de un chico de su edad. También su afición por la música clásica, la lectura de grandes pensadores o el cine de los 70. Podría haber elegido la carrera de actor, como madre o su abuela, pero su talento con la raqueta no le dejó otra opción.
Gulbis mantuvo el tipo tras entregar su saque. Insistió, con criterio, en variar sus golpes. Optó por la dejada como recurso antes que lazarse a la red. Todo con tal de huir de la línea de fondo sobre la que Nadal, con el paso de los minutos, acaba por agotar a cualquiera. Pero volvió a fallar cuando la ocasión requería un golpe ganador. Nadal concretó su segunda bola de partido y superó el obstáculo más complicado de la primera ronda. Su próximo rival, el francés Richard Gasquet, tampoco es un caramelo. Ambos se conocen desde los 12 años, aunque en el circuito profesional siempre se impuso el español (5-0).
Vie 24 Mar 2023 - 17:25 por alma14
» Felices fiestas
Sáb 25 Dic 2021 - 7:00 por alma14
» Excedencia y posterior pedida de la habilitación
Sáb 25 Dic 2021 - 6:57 por alma14
» BAJA
Vie 15 Oct 2021 - 17:51 por Invitado
» Limpieza total
Mar 11 Ago 2020 - 17:45 por cliper91
» Juicio y vacaciones
Lun 10 Ago 2020 - 23:53 por alma14
» Necesito ayuda sobre el tema de requisitos de Escolta Privado
Lun 11 Mayo 2020 - 12:45 por escolta63
» que es un impacto negativo
Lun 11 Mayo 2020 - 12:43 por escolta63
» pregunta temario escolta
Lun 11 Mayo 2020 - 12:39 por escolta63
» Artículo de Alba
Lun 11 Mayo 2020 - 8:52 por alma14
» El TSJC rechaza el despido de dos gerocultoras por negarse a preparar medicación
Mar 25 Feb 2020 - 14:21 por alma14
» Comparativa Sueldos Vigilantes USA vs Alemania vs Francia vs España Por Toni -
Lun 24 Feb 2020 - 11:10 por alma14
» La empresa no puede exigir recuperar los días de asuntos propios
Lun 2 Dic 2019 - 17:05 por alma14
» El despido durante la baja médica ya es despido nulo
Lun 2 Dic 2019 - 16:49 por alma14
» Permiso retribuido en elecciones generales
Dom 3 Nov 2019 - 10:06 por alma14
» Venta de Corsys de Seguridad
Jue 12 Sep 2019 - 13:56 por popazo09
» Vigilantes barcelona
Miér 10 Jul 2019 - 15:34 por Iliess
» Infarto como accidente de trabajo
Mar 9 Jul 2019 - 19:54 por alma14
» convenio 2021
Mar 9 Jul 2019 - 19:46 por errnovato
» Tiempo TIP
Mar 9 Jul 2019 - 19:19 por alma14