O el Calderón o nada'

O el Calderón o nada'

• El Atlético, con la ayuda del Liverpool, tensa el pulso con la UEFA
  
• El organismo europeo aplazará el cumplimiento del castigo
  
• El club estaba dispuesto a no jugar el partido
  

La decisión se tomó el martes por la tarde, en pleno revuelo, en plena cólera por el castigo. Todos los estamentos del Atlético de Madrid concluyeron: "O el Calderón o nada". Los responsables del club, tras muchas reuniones, consultas y llamadas, se encontraron con la fuerza suficiente para trasladar un mensaje a la UEFA: el Atlético no jugaría contra el Liverpool el próximo miércoles si no era en su propio estadio.




De hecho, en los despachos se escuchó: "Si nos expulsan de la Liga de Campeones, que nos expulsen". Esa postura de fuerza se ha mantenido a lo largo de las siguientes 48 horas y ha finalizado con el objetivo cumplido, a falta sólo de que hoy la UEFA lo haga público: el organismo europeo, vista la postura del Atlético, y con las presiones del Liverpool como aliciente, ha aceptado aplazar el cumplimiento de la sanción, de modo que el Atlético recibirá al Liverpool ¿y a Torres? en el Calderón.

"El jueves por la mañana decidiremos cuándo presentamos el recurso", decía a última hora de ayer Miguel Ángel Gil, que pasó la noche en las instalaciones de la Federación Española, perfilando los últimos flecos del informe audiovisual que el club alegará ante el Comité de Disciplina de la UEFA. Sin embargo, el consejero delegado prefería ser cauto: "No tenemos comunicación oficial alguna, y por tanto seguiremos con la actitud de respeto que hemos mantenido hasta ahora".

Lo cierto es que la decisión de la UEFA –que su portavoz negó durante la tarde– es la única solución a un conflicto sobre el que, en las últimas 48 horas, ha habido innumerables negociaciones, propuestas, llamadas en todas direcciones, conversaciones más o menos formales... "Lo que se conoce como la trastienda", reconocía un miembro de la Federación Española.

Esa "trastienda" ha encontrado todo tipo de propuestas. Se intenta llegar a un acuerdo para deshacer el entuerto, aunque el Atlético se mantiene firme. "Nosotros no hemos hecho nada y no merecemos sanción alguna", insiste un directivo. Por eso, al margen de esas negociaciones, el recurso está terminado y también está a punto de cerrarse el que se presentará ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) probablemente el próximo lunes –siempre y cuando no prospere la iniciativa que presentarán hoy o mañana–.
"Es una locura que el partido se dispute a 300 kilómetros. Nosotros no nos podemos hacer responsables del traslado de 55.000 aficionados nuestros y 3.000 del Liverpool. ¿Qué pasa si hay accidentes de coche? ¿Qué pasa si hay incidentes en otro estadio? Nosotros no controlamos ni esos traslados, ni al personal de ese estadio, ni nada", se quejan en el Atlético. "Y ya no sólo eso. Es que la UEFA tiene que ponerse ahora a trasladar todo el equipo de televisión, todos los sistemas de control, al personal que ya está trabajando en el partido... Es casi imposible", reconocía un empleado del propio organismo europeo.

En esas otras conversaciones, parece que va tomando forma la siguiente opción: la UEFA comunicará que, bien por motivos de seguridad, bien porque admite a trámite el recurso del Atlético, aplaza la sanción y el partido ante el Liverpool se juega en el Calderón. Eso por un lado. Por otro, todas las partes dan por hecho que el recurso reducirá la sanción definitiva a un partido, que el club rojiblanco cumplirá el día que le toque recibir al PSV Eindhoven. De hecho, para asumir ese partido de sanción –que en el Atlético dan como seguro– la UEFA valoró la posibilidad de que fuera en el Santiago Bernabéu. El nombre del estadio madridista fue puesto encima de la mesa en esas negociaciones a pesar de que, lógicamente, no está a 300 kilómetros del Vicente Calderón.

En cualquier caso, en el club permanece la sensación de que han recibido un castigo caprichoso. "Si hay justicia, jugaremos en nuestro estadio", dijo Enrique Cerezo, el presidente, que fue el encargado de presentar las líneas maestras de la defensa rojiblanca. A través de varios vídeos, Cerezo mostró que no hubo gritos racistas, que la policía actuó ante las agresiones y hasta enseñó a un grupo de minusválidos del Olympique de pie.