'Una intervención de gran complejidad'

'Una intervención de gran complejidad'

• Seguridad privada protege su habitación en el hospital La Paz
  

Las noticias sobre el estado de salud de Severiano Ballesteros mantienen en tensión al deporte español, que tiembla por uno de sus referentes. El golfista se enfrenta hoy a una nueva operación quirúrgica en el Hospital Universitario La Paz, según informó ayer el centro sanitario en un parte médico inquietante: "El paciente sigue estable dentro de la gravedad y será intervenido sobre el edema y el hematoma intracerebral que se han producido en las últimas horas y se ampliará la extirpación de los restos tumorales".


Momentos decisivos, pasos rotundos del equipo médico y al límite para recuperar a Ballesteros, que el pasado 14 de octubre ya fue intervenido durante 12 horas de un tumor cerebral. Dos días después, presentó una disminución del nivel de consciencia por edema cerebral, urgencia que obligó a una nueva operación quirúrgica.

"Dicho tumor, tras el estudio histológico, se ha clasificado como un oligoastrocitoma (que afecta a oligodendrocitos y astrocitos, células que cubren y protegen las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal) y se encuentra ubicado en una zona muy profunda que requiere un abordaje de gran complejidad", explicaba con detalle ayer el parte médico de Hospital Universitario La Paz.
El equipo principal que realizará la intervención de Severiano Ballesteros está formado por tres médicos: Javier Heredero, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital La Paz; Marcelino Pérez Alvarez y Alberto Isla, neurocirujanos del mismo servicio, además del grupo habitual de los quirófanos. "La intervención empezará a primera hora y se prolongará hasta la tarde", advierte La Paz.

Precisamente en el centro hospitalario la tensión en torno al golfista crece. Para frenar filtraciones, informaciones erróneas, el acceso de la prensa a los informes clínicos o imágenes robadas al enfermo, la habitación de Ballesteros tiene un refuerzo especial de seguridad. Cualquier visitante no identificado tiene prohibido el paso a la zona donde se encuentra ingresado el paciente. La prevención es máxima, hasta el punto de que en el fichero de historiales médicos el nombre de Severiano ha sido cambiado por una clave secreta, que sólo conoce el equipo médico y sus familiares.

Las opiniones de los expertos coinciden en la gravedad del estado de Ballesteros, de 51 años, aunque nadie se atreve a realizar aventurados pronósticos en un asunto tan delicado.