Reto superado

Reto superado


Despedí la temporada 2008 en Cheste con otra carrera especial y realmente contento de cómo he podido acabar el Mundial. Ahora puedo decir que hemos superado el reto que nos marcamos y en el que confiamos HRC, mi equipo, Repsol y yo desde ese primer entrenamiento en Misano, donde nos dispusimos a empezar de cero para seguir luchando al más alto nivel. Teníamos cinco carreras para lograrlo, no era demasiado, pero, aun así, tomamos la decisión y mantuvimos siempre la confianza en nuestras posibilidades, a pesar de los inconvenientes y las críticas recibidas.



El resultado han sido tres podios en cinco carreras y, aunque nos ha faltado la victoria, acabar con dos segundos puestos en las últimas dos carreras me deja una gran sensación. Me voy con la tranquilidad del deber cumplido. Exceptuando la caída en Australia, que fue claramente un error mío por intentar tirar al máximo desde el principio con los neumáticos fríos, el balance ha sido muy positivo.
La temporada ha sido como una montaña rusa, con muchos altibajos, caídas, lesiones y recuperaciones. Hemos liderado el Mundial hasta casi mitad de temporada, después vinieron las lesiones, la operación, la pérdida de carreras y, por qué no decirlo, de un poco de confianza porque parecía que las cosas no podían ir peor. He perdido el ritmo de la competición demasiadas veces.

Pero, después de todo, he acabado en una clara línea de progresión, habiendo pasado página, aprendido de los errores y de los problemas pasados, y con la misma fuerza y resultados con los que empezamos este Mundial. La experiencia adquirida con el cambio de neumáticos y del motor de válvulas neumáticas me ayudará a empezar a trabajar desde hoy con un buen bagaje y a un ritmo muy bueno.
Ha sido un año con muchas lesiones y mucho estrés y ahora, honestamente, tengo ganas de descansar, recuperarme perfectamente de las lesiones, retomar los entrenamientos en noviembre, y tomarme el mes de diciembre para descansar, reponer fuerzas y empezar completamente fresco a trabajar para lograr una temporada mejor.

No he decidido todavía el número que llevaré la temporada que viene, pero barajo dos opciones. Puedo llevar el número 3, por la clasificación lograda este año, o el 26, con el que siempre se me ha identificado. La verdad es que me gustan mucho los dos. Con el número 26 gané mi primer título mundial de 125 cc y, como he dicho otras veces, el 1, el 2 y el 3 son números que creo que merece la pena llevar porque tienen detrás muchísimo esfuerzo. Con el 26 también he conseguido grandes cosas, así que debo pensármelo bien.
Sea el número que sea, la moto de Valencia con el número 2 quedó fantástica. Quiero darle las gracias a Repsol por ello. El Gran Premio de la Comunidad Valenciana ha sido, otra vez, un gran escenario para despedir el año y la moto en la que me subí, ese modelo 'retro' que preparó Repsol para celebrar sus 40 años en competición, es la máquina más bonita que he visto nunca. Fue un placer pilotarla ante esta gran afición y todos los amigos que me acompañaron en Valencia. Hasta pronto.