Cazados 42.000 viajeros sin billete de metro o bus este año

Cazados 42.000 viajeros sin billete de metro o bus este año
• El fraude, que ronda el 1%, según TMB, aumenta de noche y los fines de semana

• Los operarios se quejan de que los infractores no respetan a la autoridad
Los chicos saltan el torno, las chicas y los adultos pasan agachados. Los más altos abren las barreras de salida y los más ágiles se colocan detrás de un viajero con billete y se cuelan a través de las puertas correderas. La mecánica del fraude, tan variada como la tipología de infractores, indigna a los usuarios con billete que presencian estos actos, en especial en tiempos de crisis y aumentos tarifarios. Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), la empresa que gestiona los servicios de metro y bus, asegura que esta práctica apenas supone el 1% del total de viajes en metro y el 0,4%, en autobús. Este año, unos 50 controladores han identificado a 42.000 pasajeros que viajaban sin billete entre enero y octubre pasados.
Muchos empleados del metro aseguran que el fraude es frecuente y se quejan de que no disponen de las suficientes herramientas para enfrentarse a los infractores. "Si estoy sola y un grupo de jóvenes saltan delante de mí, no me puedo enfrentar a ellos, porque puedo tener problemas. Además, ese tipo de control no es mi trabajo. Eso es cosa de los vigilantes de seguridad", explica una trabajadora de la línea 4 del metro, que pidió mantener el anonimato.
Según los empleados, las estaciones más céntricas, las noches y los fines de semana facilitan las cosas a los usuarios que no quieren pagar tíquet. "A lo mejor hay algunos que vienen con billete, pero no ven a ningún empleado y deciden pasar sin picar", explica otro trabajador en la plaza de Catalunya.

SIN HERRAMIENTAS
Casi todos los empleados se quejan de carecer de herramientas para combatir este tipo de prácticas y dan fe de la indignación que produce entre los que pagan su billete. "Les da igual colarse frente a tu cara. No tienen ni el más mínimo respeto. Lo peor es que no podemos hacer nada porque este tema no es prioridad para la empresa", dice otro empleado.
"Cuando entro en el metro veo gente que quiere pasar detrás de mí para no pagar, pasa mucho", explica el responsable de una tienda del metro en Passeig de Gràcia, junto al torno. "A partir de las ocho de la noche mucha gente no paga", añade.
De las infracciones detectadas este año en el transporte público, unas 36.000 fueron localizadas en el metro y otras 6.000 en el autobús. El operador impone una sanción de 40 euros --20 euros si se paga al momento-- a quienes viajan sin billete. Si al cabo de 30 días no se ha cancelado la sanción, los expedientes del metro son enviados a la Direcció General de Transport Terrestre de la Generalitat, que puede aplicar una multa de entre 100 y 600 euros. Desde enero hasta octubre, la entidad ha remitido a la Generalitat un total de 1.891. Las infracciones no pagadas en autobús se envían a la Entidad Metropolitana del Transporte (EMT), que en los primeros 10 meses de este año ha recibido un total de 864 expedientes sancionadores.
TMB confía en que la sustitución de los tornos --más fáciles de saltar-- por la de las pantallas transparentes correderas, disminuya el fraude.