El Unicaja doblará la seguridad para el partido ante el Maccabi

El Palacio de los Deportes estará blindado. Los responsables de la Policía Nacional encargados de velar por la integridad del Maccabi durante su estancia en Málaga para disputar el encuentro del jueves contra el Unicaja han pedido al club malagueño, en la reunión que todas las partes celebraron ayer, que doble los controles de seguridad dentro del pabellón.
La situación de guerra abierta entre Israel y Palestina en la franja de Gaza provoca que el encuentro entre el Unicaja y el conjunto macabeo tenga unas connotaciones especiales respecto a anteriores visitas del Maccabi. El Unicaja colaborará con la policía y con el Mosad -el servicio secreto de Israel- para que el encuentro discurra con toda normalidad. El Maccabi está especialmente preocupado por que se filtre todo acceso a la pista y que se ponga especial atención al banquillo visitante. De este modo, toda persona que acceda a la cancha deberá estar perfectamente identificada, y se restringirá la circulación por los diferentes pasillos interiores del pabellón y los aledaños del banquillo del Maccabi.
La decisión de aumentar la seguridad privada también responde a una cuestión de funcionalidad para que los aficionados no se vean perjudicados con atascos en los accesos al pabellón. El club 'cajista' quiere mandar un mensaje de tranquilidad y reclama el apoyo total para el equipo en un choque clave por el liderato final del grupo en la Euroliga. Por lo que respecta al exterior del Palacio, la Policía Nacional aumentará los controles el día del partido e incluso antes, puesto que es habitual que se revisen los accesos al recinto e incluso el alcantarillado de las calles aledañas. El Maccabi estará escoltado en todos sus desplazamientos y en las sesiones de entrenamiento que realizará en el Palacio de los Deportes.
Incidente previo
Se trata del primer viaje del Maccabi desde que Israel intensificó sus ataques contra Palestina, de ahí las exigencias del club de Tel Aviv. El incidente que se produjo la semana pasada en Turquía en el encuentro entre el Turk Telekom contra el equipo israelí del Bnei Hasharon, en el que después de una tángana en la grada el equipo de Israel no quiso reanudar el partido ni cuando los árbitros estimaron que era seguro jugar, es una de las causas de la preocupación del Maccabi. El Bnei Hasharon ha sido sancionado con 50.000 euros y la pérdida del partido.
Se quiere evitar el más mínimo percance. La seguridad encargada de velar por el Maccabi ha pedido la lista de reservas en el hotel de la capital en el que se hospedará el equipo. Al parecer, se ha solicitado que tanto mañana como el jueves queden cerrados los registros en el establecimiento no realizados con anterioridad.

La llegada del Maccabi en pleno conflicto en Gaza multiplica las medidas para evitar problemas en su estancia en Málaga

El aterrizaje en Málaga del Maccabi de Tel Aviv ha multiplicado las medidas de seguridad en la estancia del equipo israelí en la Costa del Sol, ya bastante elevadas de por sí. Cada vez que un deportista o un club israelí compite en el extranjero va acompañado de un despliegue de seguridad del Mossad, el servicio de inteligencia israelí que opera en todo el mundo fuera de sus fronteras, para evitar percances. Desde aquel infausto septiembre negro de los Juegos de Múnich'72, en el que un comando palestino acabó con la vida de 11 israelíes, esto es una constante.

La situación bélica que se vive en la franja de Gaza ha obligado esta vez a extremar las medidas de seguridad en la permanencia del club deportivo emblema de Israel en Málaga. El concepto de más que un club se queda corto. La expedición macabea llegó ayer a media tarde al aeropuerto Pablo Ruiz Picasso después de padecer los rigores desorganizativos de Barajas. Tras alojarse en el hotel, cambiado a última hora para que cupiera toda la expedición desplazada, se entrenó en el Martín Carpena. El autobús fue escoltado en cada trayecto por unidades de la Policía Nacional. Se utilizarán vías alternativas en cada desplazamiento como otra medida de seguridad. La vigilancia fue extrema, como lo es en el hotel donde está alojado el equipo, pero no ocurrió ningún percance.

Las precauciones se extenderán, lógicamente, al partido que mañana enfrentará al Unicaja con el Maccabi en el Martín Carpena. El club ya tuvo una reunión el pasado lunes con miembros de la Policía Nacional para establecer unos protocoles de actuación. Por el Palacio han desfilado miembros del Mossad, como cada año, para estudiar las instalaciones y los Tedax (Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos) de los cuerpos de seguridad con su aparato logístico, incluyendo los perros adiestrados para el efecto. Todos ellos permanecerán alerta hasta después del encuentro (mañana, 20:45).

Según fuentes policiales, el despliegue de seguridad durante el partido será mayor al habitual. Se creará un perímetro de seguridad rodeando al Carpena. El club aumentará su seguridad privada y desde Madrid se desplazan específicamente para la ocasión varias decenas de especialistas de la Unidad de Intervención Policial (UIP), algo que sucede en contadísimas ocasiones. La orden es que ninguna pancarta reivindicativa con contenido político, tanto de un lado como de otro, pueda entrar en el Palacio.

Habrá numerosa policía secreta y miembros de seguridad vestidos de paisano. También está previsto que acudan desde Granada y Almería efectivos de la Brigada de Información para reforzar un operativo que, obviamente, no se hace público en su totalidad. La cooperación con el Mossad es permanente, aunque la seguridad israelí maneja sus propias informaciones y códigos.

En el país hebreo preocupa que la amplia colonia de población musulmana que habita en la Costa del Sol pueda realizar actos de protesta y vandálicos, según diversos medios israelíes . Allí se tenía constancia, incluso, de las manifestaciones propalestinas celebradas en Málaga en las últimas semanas. La psicosis con la seguridad del Maccabi, en su primer desplazamiento exterior desde que se recrudeciera el conflicto en Gaza, es grande a raíz de lo que aconteció el martes 6 de enero en Ankara (Turquía), cuando un partido de la Eurocopa, segunda competición continental, entre el Turk Telecom y el Bnei Hasharon israelí fue suspendido por el lanzamiento masivo de objetos desde la grada como protesta contra el equipo israelí.

El Unicaja ha tenido que adaptarse a las circunstancias y se hace un llamamiento a la comprensión por parte de los aficionados, a los que se solicita que adelanten su llegada porque los controles de seguridad pueden dilatar el tiempo de entrada al Palacio. No habrá presentación con luces apagadas, ni sonarán los himnos nacionales de los países como el club instauró en los últimos encuentros. Las instrucciones a los voluntarios que ayudan en cada partido cambiarán. La campaña El Deporte es Vida será suspendida para este partido y no se desplazarán autobuses con niños de algún pueblo de la provincia como es costumbre en cada partido europeo por gentileza de la Diputación. Así, hasta medidas más concretas y que no se pueden hacer públicas. Sin duda, algo más que un partido.