Los vigilantes de la zona azul van a la huelga para denunciar agresiones

Los vigilantes de la zona azul van a la huelga para denunciar agresiones
Cada semana detectan cinco ataques a auxiliares de las áreas de estacionamiento. El absentismo laboral en la unidad supera el 22%
El comité de empresa de BS:M (Barcelona de Serveis Municipals) gestora de los estacionamientos en área azul y verde, la grúa municipal, el Fòrum, el Tibidabo, el Palau Sant Jordi, el Estadi Olímpic, entre otros, ha convocado una huelga total el próximo lunes, día 16 de febrero, por lo que consideran una "situación insostenible" detalla José Ferrer, de CGT. Denuncian agresiones, despidos y la persecución por parte de los detectives contratados por la empresa municipal para poder sancionar a sus trabajadores.
Más de un 10% de los empleados de la Unidad Operativa de Estacionamiento Regulado (UOER), unos 400, reciben algún tipo de agresión cada mes. "Estas son las que se denuncian" reconoce J.T.L. de 30 años, que ya ha acudido a juicio en cuatro ocasiones, "pero amenazas de muerte, intentos de atropello, empujones e insultos, recibimos a diario" lo que explicaría que su sección cuenta con uno de los índices de absentismo más elevados, un 22% de los 1.400 trabajadores de BS:M.

"Queremos trabajar con las mínimas garantías de seguridad" reivindica otro vigilante, J.P.A. de 28 años, con más medidas como por ejemplo "poder realizar los servicios por parejas, como la Guàrdia Urbana". No en vano reivindican "lo que nos impone la chapa de la solapa: auxiliar de guardia urbana". Aún así, los únicos conocimientos que se les exige para trabajar en la UOER "es disponer del carné de conducir".

Los propios agredidos, en algunos casos, rechazan la defensa jurídica que les ofrece la empresa ya que "sólo buscan cerrar rápido un juicio por faltas". Así lo hizo una compañera, ingresada de urgencia en el hospital el pasado mes de diciembre a causa de la brutal paliza que recibió. "Un individuo se bajó de su BMW y la emprendió a palos con la chica" a la que estuvieron a punto de extirpar el bazo. En todos los casos los agredidos denuncian "no haber recibido ni una llamada de apoyo por parte de representantes de BS:M".

La empresa dispone de un protocolo de seguridad que, a criterio de los huelguistas, "no es operativo". El vigilante dispone de un intercomunicador (walkie-talkie) que lo conecta con el Centro de Asignación de Servicios (CAS) y en el caso de recibir la respuesta "es quien dirime si la agresión debe ser denunciada y pedir el apoyo de la policía". Como mantienen los agredidos "cuando ven que echas mano del walkie es cuando te atizan más fuerte".

Ironizan con que su sueldo no incluye pluses por inseguridad. Un auxiliar novato "no llega a los 900 euros" mientras que los más veteranos "en el segundo año puede llegar a los 1.150 euros. "Un sueldo mísero comparado con la Guàrdia Urbana" a la que, en teoría "liberamos del trabajo de regular los estacionamientos" y que según afirman "la propia empresa nos define como auxiliares de la guardia urbana no funcionarios".

Amenazados por las mafias
"Hasta nos han amenazado las mafias que manipulan los parquímetros" aseguran dos de los vigilantes agredidos. Se trata de "los mismos que antes hurtaban en las cabinas telefónicas" que ahora encuentran mayor facilidad en las máquinas expendedoras de boletos de aparcamiento. De las "3.000 expendedoras que hay en Barcelona, cada día asaltan 60 o 70" calculan los afectados. "Al principio lo denunciamos" confirma A.P.R. otro vigilante de 32 años, "pero cuando ves que al cabo de unas horas, al que has acusado está frente a ti amenazándote" optamos por ignorarlos.

El truco utilizado por estas bandas organizadas consiste en colocar en la ranura del monedero una "especie de cartón doblado" que desvía la moneda hacia otro departamento. "Cuando calculan que la trampa está llena" detallan los propios vigilantes "vienen con una varilla de aceite de coche y tras dos o tres empujones les salen las monedas por la cajetilla del cambio".

La gravedad de la situación, en muchos casos se acrecienta ya que además "debemos denunciar a la persona que se le ha tragado el dinero" ya que al acudir a comprobar la máquina "ésta funciona correctamente". En muchos casos, los afectados la emprenden contra los auxiliares.