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La Coracha. Ramón Alcaide, uno de los vigilantes afectados por el final del servicio. J. Albiñana
Parques y Jardines no renueva el contrato a Grupo Control tras un año de trabajo. El servicio se dejará de prestar el 31 de marzo y deja en la calle a 23 personas
MIGUEL FERRARY. MÁLAGA Los diez grandes parques de la ciudad se quedarán sin vigilancia a partir del 31 de marzo, fecha en la que el Grupo Control termina su primer año de contrato a cargo de este servicio y que el Ayuntamiento de Málaga ha decidido no renovar.
La decisión de no ampliar un año más el servicio de vigilancia en los parques supondrá la práctica desaparición de las patrullas, ya que el Ayuntamiento de Málaga no ha previsto todavía contratar a una nueva empresa.
La consecuencia más directa de la suspensión del contrato es que las 23 personas contratadas por el Grupo Control como vigilantes pasarán a engrosar las colas del paro, algunos incluso con una antigüedad de cinco años desempeñando estas labores, ya que los distintos contratos municipales obligaban a las empresas a asumir esta plantilla.
El miedo de estos trabajadores es evidente ante la perspectiva del paro y que no puedan reengancharse a una nueva empresa que asuma este trabajo. El problema es que, como apunta Ramón Alcaide, representante de los vigilantes, "cuando pase un año sin que se contrate a una empresa para la vigilancia, ya no existirá la obligación de que nos contraten".
Alcaide insiste en que es el peor momento para suspender el servicio "sin ninguna empresa que sustituya a la actual". "La presencia de los vigilantes no se nota cuando está, pero ahora que nos van a quitar se va a notar mucho", afirmó Ramón Alcaide, quien criticó que no se haya previsto contratar una nueva empresa.
El representante de los trabajadores apunta a que, de fondo, está el malestar municipal por la petición de los vigilantes para que se instalen casetas con unos servicios mínimos para el personal.
La concejala de Parques y Jardines, Teresa Porras, justificó la decisión en "el incumplimiento reiterado de las obligaciones establecidas en el contrato". En este sentido, Porras recalcó que es una medida que ha venido barajando el área "desde hace tiempo y que conoce la empresa". La edil argumentó, entre los incumplimientos "recogidos en informes mensuales", que no se utilicen los vehículos eléctricos ´segway´ en las patrullas "y que no estén los vigilantes en su puesto de trabajo a la hora que deben".
El contrato del Grupo Control fue adjudicado a principios de 2008 por un importe aproximado de 750.000 euros, con un año de plazo para prestar el servicio, con opción a un segundo. La vigilancia se estableció para las diez grandes zonas verdes de la ciudad: el Parque de Málaga, el Norte, Huelin, la Laguna de la Barrera, San Miguel, La Coracha, Los Ángeles, el Morlaco y el nuevo parque Litoral, además de la Finca Quintana, sede de Parques y Jardines del Ayuntamiento.
El contrato establecía que el personal esté presente en las distintas zonas verdes durante un mínimo de ocho horas en los días laborables, que aumenta a catorce en los festivos.
Una de las grandes novedades de este servicio fue la incorporación del vehículo eléctrico ´segway´, que inicialmente se iba a utilizar en todos los parques, pero sólo se patrulla con él en unos pocos.
Parques y Jardines no renueva el contrato a Grupo Control tras un año de trabajo. El servicio se dejará de prestar el 31 de marzo y deja en la calle a 23 personas
MIGUEL FERRARY. MÁLAGA Los diez grandes parques de la ciudad se quedarán sin vigilancia a partir del 31 de marzo, fecha en la que el Grupo Control termina su primer año de contrato a cargo de este servicio y que el Ayuntamiento de Málaga ha decidido no renovar.
La decisión de no ampliar un año más el servicio de vigilancia en los parques supondrá la práctica desaparición de las patrullas, ya que el Ayuntamiento de Málaga no ha previsto todavía contratar a una nueva empresa.
La consecuencia más directa de la suspensión del contrato es que las 23 personas contratadas por el Grupo Control como vigilantes pasarán a engrosar las colas del paro, algunos incluso con una antigüedad de cinco años desempeñando estas labores, ya que los distintos contratos municipales obligaban a las empresas a asumir esta plantilla.
El miedo de estos trabajadores es evidente ante la perspectiva del paro y que no puedan reengancharse a una nueva empresa que asuma este trabajo. El problema es que, como apunta Ramón Alcaide, representante de los vigilantes, "cuando pase un año sin que se contrate a una empresa para la vigilancia, ya no existirá la obligación de que nos contraten".
Alcaide insiste en que es el peor momento para suspender el servicio "sin ninguna empresa que sustituya a la actual". "La presencia de los vigilantes no se nota cuando está, pero ahora que nos van a quitar se va a notar mucho", afirmó Ramón Alcaide, quien criticó que no se haya previsto contratar una nueva empresa.
El representante de los trabajadores apunta a que, de fondo, está el malestar municipal por la petición de los vigilantes para que se instalen casetas con unos servicios mínimos para el personal.
La concejala de Parques y Jardines, Teresa Porras, justificó la decisión en "el incumplimiento reiterado de las obligaciones establecidas en el contrato". En este sentido, Porras recalcó que es una medida que ha venido barajando el área "desde hace tiempo y que conoce la empresa". La edil argumentó, entre los incumplimientos "recogidos en informes mensuales", que no se utilicen los vehículos eléctricos ´segway´ en las patrullas "y que no estén los vigilantes en su puesto de trabajo a la hora que deben".
El contrato del Grupo Control fue adjudicado a principios de 2008 por un importe aproximado de 750.000 euros, con un año de plazo para prestar el servicio, con opción a un segundo. La vigilancia se estableció para las diez grandes zonas verdes de la ciudad: el Parque de Málaga, el Norte, Huelin, la Laguna de la Barrera, San Miguel, La Coracha, Los Ángeles, el Morlaco y el nuevo parque Litoral, además de la Finca Quintana, sede de Parques y Jardines del Ayuntamiento.
El contrato establecía que el personal esté presente en las distintas zonas verdes durante un mínimo de ocho horas en los días laborables, que aumenta a catorce en los festivos.
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