Reino Unido se blinda ante Al-Qaida

larioja.com

MUNDO
Reino Unido se blinda ante Al-Qaida
La estrategia antiterrorista del Gobierno inglés químicos, biológicos o nucleares el número de policías especializados
ÍÑIGO GURRUCHAGA | CORRESPONSAL. LONDRES


Agentes de policía británica patrullan
en la estación londinense de Waterloo. / AP

"La dirección de Al-Qaida está formada
por «unos pocos cientos» de militantes
Hay más de cuatro mil páginas en Internet de
grupos que pregonan la violencia islamista"

El terrorismo irlandés causó 3.500 víctimas mortales en Reino Unido de 1969 al 2003. El islamista ha provocado desde ese año 52 muertos en un solo atentado, cometido en julio del 2005. Pero desde entonces hasta el presente, el número de policías antiterroristas ha aumentado en el 70%.

En el 2007, el Ministerio de Interior británico y el Ejecutivo escocés firmaron 2.026 autorizaciones para la interceptación de comunicaciones de sospechosos. La Policía, los servicios de seguridad e inteligencia y los ayuntamientos solicitaron 519.260 permisos de interceptación de datos en investigaciones sobre terrorismo y delincuencia. Desde el 2006, el organismo que coordina a los servicios de seguridad y agencias del Gobierno implicados en la detección y respuesta al terrorismo, JTAC, ha mantenido en el nivel cuarto en una escala ascendente de uno a cinco, el de amenaza de actos terrorismo, con la excepción de dos momentos, agosto del 2006 y junio del 2007, cuando la situación fue crítica, el máximo nivel.

Salman Rushdie

Desde que en 1989 el ayatolá Jomeini emitió una condena a muerte contra el novelista Salman Rushdie hasta hoy, la amenaza del terrorismo islamista en suelo británico no ha dejado de crecer. Desde el inicio del nuevo siglo, 1.450 personas han sido detenidas, casi 200 condenadas por delitos asociados con el terrorismo islamista y 120 permanecen en prisión.

Estas cifras dan una idea aproximada de cómo el Gobierno británico percibe la amenaza de Al-Qaida, que es protagonista central de la revisión estratégica de la política antiterrorista presentada ayer por la ministra de Interior, Jacqui Smith, cuyo informe simplemente anota los recientes atentados de disidentes irlandeses. La estrategia británica contempla, entre otras cosas, la formación, mediante breves cursillos, de 60.000 vigilantes civiles en centros comerciales y otros espacios públicos para la detección de amenazas y la respuesta a posibles atentados, pero el documento se centra en la actuación coordinada de las diferentes administraciones.

Los expertos que lo han elaborado indican que la dirección de Al-Qaida, formada por «unos pocos cientos» de militantes en torno a Osama bin Laden y Ayman al-Zawahiri, está ocupada fundamentalmente en sobrevivir, bajo el acoso de las autoridades paquistaníes y occidentales, en las zonas tribales de la frontera entre Pakistán y Afganistán.

Pero las conexiones que mantienen con otros grupos de la red, la proliferación de las ideas extremistas, la existencia de veintisiete estados muy débiles o con conflictos internos graves y la facilidad de diseminación y organización que ofrece Internet -en 1998, había doce páginas de estos grupos; hoy, más de cuatro mil- componen la la amenaza.

Hay tres aspectos nuevos en el informe estratégico, más allá del reforzamiento y la reforma de estructuras de la Policía y los servicios de inteligencia. El informe hace hincapié en la labor de prevención de ataques en lo que se consideran infraestructuras críticas del país y en espacios que son ocupados por grandes masas de público.

Compartido

El Gobierno británico ha creado un programa de adiestramiento de los responsables de seguridad en estas áreas para prevenir o responder a posibles ataques. El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, se reunió la pasada semana en Londres con responsables de esta área para conocer la experiencia británica.

El segundo aspecto novedoso es el mayor acento en la posibilidad de ataques con armas químicas, bacteriológicas o nucleares, con estrategias que, en su mayor parte, permanecerán clasificadas como secretas, pero que involucran también al funcionariado civil en la preparación de la respuesta a un ataque de este tipo.

Y la tercera novedad consiste en un ambicioso programa de prevención, que intenta desarrollar la concienciación en las comunidades islámicas residentes en Reino Unido, con el fin de aislar a los extremistas que apoyan la violencia 'yihadista'.

prevé preparar a 60.000 vigilantes civiles para evitar ataques

Londres incrementa en el 70%