Plan de choque contra el vandalismo

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Plan de choque contra el vandalismo
El Ayuntamiento anuncia cámaras y vigilantes en parques y otros espacios, un «contundente mecanismo» para sancionar y un grafólogo para descubrir a los grafiteros
JOSÉ F. PICÓ | ALICANTE

El equipo de gobierno ha dicho basta. Ni antes, sin las apreturas económicas actuales, ni ahora, un Ayuntamiento está en condiciones de gastarse alrededor de un millón de euros al año, como en el 2008, para atender los efectos de los vándalos. Ayer, el concejal de Atención Urbana, Andrés Llorens, compareció ante los medios de comunicación para anunciar una serie de medidas de carácter preventivo y alguna, más contundente, de carácter sancionador, aunque está pendiente de concretar.
El área que dirige Llorens no da abasto para reparar farolas caídas, bancos sacados del suelo a cuajo, sistemas de riego destrozados, barandillas tiradas... y toda una serie de actos vandálicos, aderezados por los grafiteros, para quienes el Ayuntamiento prevé un seguimiento singular. Y es que la penúltima gamberrada lleva la firma de uno o algunos de estos artistas sin control en un nuevo escenario urbano: los nuevos muros de la playa de la Albufereta.
El viernes, el concejal de Atención mantendrá una reunión en el área de Seguridad para crear un «mecanismo legal» que permita una actuación «fuerte y contundente» contra los gamberros. El edil reconoció que ahora, el Ayuntamiento no tiene capacidad para lograr que los vándalos repongan al erario municipal los gastos que generan con sus actos en parques y otros espacios públicos.
Otra de las medidas es recuperar la contrata de videovigilancia, paralizada desde hace años por la Subdegelación del Gobierno «por defectos de forma», según reconoció Andrés Llorens. Para intentar superar las trabas de la plaza de la Montañera, el equipo de gobierno intentará gestionar la contrata por zonas y de manera global.
Otra de las actuaciones previstas es disponer en los parques, principalmente, de personal de una empresa que ejerzan de vigilantes, uniformados, sin armas, pero con la capacidad técnica para transmitir a las policías local y nacional el aviso de una actuación vandálica o de indicios de que pueda haberla. Andrés Llorens quiso evitar de manera expresa el concepto de guardias jurado.
Por último, el Ayuntamiento quiere frenar de manera contundente la actuación de los grafiteros. Lo ha intentado a través de la educación y la puesta a disposición de espacios para su actuación. Ha logrado reinsertar a algunos, pero parece que son más los que siguen a su aire. Para ello, el concejal dijo que están dispuestos a contratar a un grafólogo forense para investigar a los autores de los grafitis. Asegura que es una experiencia que ya funciona, y con éxito, en Sabadell.