De Juana pide firmas en Belfast para impedir su extradición a España

De Juana pide firmas en Belfast para impedir su extradición a España

El etarra José Ignacio de Juana Chaos lanzó ayer en Belfast (Irlanda del Norte) una campaña de recogida de firmas que pretende presionar a las autoridades británicas para impedir su extradición a España, donde está reclamado por la Audiencia Nacional por un delito de enaltecimiento del terrorismo. De Juana, que se encuentra en libertad vigilada hasta que se resuelva su proceso de extradición, presidió la rueda de prensa en la que se presentó la campaña «Don’t Extradite the Basques» (no extraditen a los vascos) junto con Beñat Villanueva, también reclamado por la Audiencia Nacional por delitos de terrorismo desde que huyó de España en 2002 para eludir el juicio seguido contra las organizaciones juveniles de la izquierda radical vasca vinculadas a ETA, en concreto contra Haika.

El partido Iniciativa Internacionalista –para quien el ex portavoz batasuno Arnaldo Otegi pidió el voto en las pasadas europeas– ha sido uno de los primeros en respaldar la iniciativa. La formación –a la que el Tribunal Supremo anuló la

candidatura por proetarra, aunque posteriormente el Constitucional le permitió comparecer en las urnas– se ha sumado en la red social «Facebook» a la campaña de recogida firmas lanzada por ex dirigente del «comando Madrid», informa Servimedia. La declaración asegura que Villanueva y De Juana están perseguidos «por sus ideas políticas» y critica a España por no respetar los derechos «humanos, civiles y políticos» de los vascos. A pesar de presidir el acto, ni De Juana ni Villanueva tomaron la palabra durante la rueda de prensa, en la que ejerció de portavoz el activista irlandés Fergus Ó Hír, quien tildó las peticiones de extradición de «persecución política».

Un etarra calvo y otro con melena

La Gendarmería francesa cuenta ya con una descripción de los dos etarras que el pasado lunes se enfrentaron con una patrulla del Cuerpo y dispararon contra un agente, al que hirieron en una mano. Tienen unos treinta años, uno de ellos es calvo y el otro lleva melena. La última vez que se les vio fue el martes, en la localidad de Prade d’Aubrac, en el Aveyron, donde consiguieron sustraer una furgoneta C-15 que estaba guardada en el granero de una granja, con las llaves puestas. Los etarras, además de documentaciones falsas, tanto españolas como francesas, suelen llevar, cuando se mueven por territorio galo, placas de matrícula para sustituir las originales de los vehículos que roban. Expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN mantienen la esperanza de que la Gendarmería logre detener a los etarras –aunque conforme pasan las horas el objetivo es cada vez más complicado– para que puedan ser puestos a disposición de la Justicia. El hecho de haber intentado asesinar a un agente, lo que no ocurría desde hace muchos años, les convierte en auténticos enemigos públicos.