'Schumi', el toque maestro del Mundial'10

'Schumi', el toque maestro del Mundial'10

• Cuatro campeones del mundo, once coronas y una alternativa de poder llamada Vettel
  
• Hamilton: 'Schumacher es una leyenda y un tipo realmente simpático'
  
• Nico Rosberg, Felipe Massa o incluso Robert Kubica, opciones en la sombra
  

Bernie Ecclestone debe estar frotándose las manos desde que el 'Kaiser' confirmase su retorno. Tras un descafeinado curso en lo deportivo, no así fuera de las pistas, el 'Gran Circo' promete ser más grande que nunca en 2010. Los ingredientes: cuatro campeones del mundo (Alonso, Schumacher, Hamilton y Button), once coronas mundiales y una sólida alternativa de poder llamada Sebastian Vettel. Un campeonato de alta tensión con el sello de aquellas batallas casi legendarias entre los Prost, Senna y compañía. [Así está la parrilla 2010]
"Todos confían en mí, y yo más que nadie", aseguraba Michael Schumacher en una entrevista concedida a la emisora RTL. Desde Bernie Ecclestone arrodillado a sus pies, "yo lo veo ganador del título mundial", hasta su 'padre' deportivo Ross Brawn, "es la mejor elección", pasando por Norbert Haug, 'capo' de Mercedes, que desde hace 15 años no ha pensado en otra cosa que ficharle. "No hace falta ser Albert Einstein para concluir que no hay nada mejor que contratar al hombre que más títulos mundiales y carreras ha ganado".
Un desafío tanto para Schumacher como para Mercedes GP, que reaparece en solitario tras más de medio siglo de ausencia. El último título de Mercedes data de 1955, con el argentino Juan Manuel Fangio, una leyenda a la que el propio 'Schumi' adelantó con su fabuloso repóquer de ases cosechado en Ferrari a principios de la década.
El 'Kaiser' se retiró en 2006 tras correr su carrera número 250 en Interlagos, con el extraordinario balance de 91 victorias y siete títulos mundiales. Una jubilación a la que puso rúbrica Fernando Alonso, campeón del mundo en 2005 y 2006, con el que vivió extraordinarias batallas sobre el asfalto y grandes piques en el 'paddock'. Cuatro años después, quizás no haya olvidado episodios como los de Ímola 2005 o Hungría 2006. Las últimas grandes afrentas sufridas ante el asturiano. En 2010, Ferrari será el enemigo y Alonso sólo una de las múltiples amenazas camino de la santificación deportiva.
Porque su despedida momentánea coincidió con la fabulosa irrupción de Lewis Hamilton. La joya de la corona de McLaren, 16 años más joven, vivió con asombro y admiración las gestas pasadas de su nuevo enemigo. "Me alegro de veras de verlo sobre el circuito y de vuelta a la élite. Es una leyenda y un tipo realmente simpático", aseguraba el piloto británico tras conocer la 'buena nueva'.
De la misma talla será la sombra de su compatriota Sebastian Vettel. Subcampeón del mundo y admirador confeso de sus excelencias deportivas, Vettel apenas hablaba cuando su ídolo asomaba la cabeza entre la constelación de estrellas que adornaba la parrilla a principios de los noventa. "Me alegra que Michael haya decidido regresar, es su decisión y tendrá sus razones. Creo que a pesar de su edad, está suficientemente en forma para poder pilotar".
Y en ese repóquer de ases, casi en silencio, Jenson Button. Compañero de parrilla y rival durante sus años más mozos, en los que el 'playboy' inglés sudaba de lo lindo con su emergente Honda para seguir la estela de los inalcanzables Ferrari. Ahora, con el título de campeón y el apoyo de McLaren, Button ha ganado cuerpo y valentía. "Es una gran noticia para el deporte. Quiero batir a los mejores y él fue uno de ellos".
La Fórmula 1 sonríe con un regreso revitalizante para todos y de gran riesgo para el actor principal. Un golpe de efecto para un Mundial sin dueño, que no cierra la puerta a nadie. Ni siquiera a las sorpresas, porque Felipe Massa, Nico Rosberg o incluso, ¿por qué no?, Robert Kubica también quieren que llegue su momento. Bahrein, el próximo 14 de marzo, pondrá el semáforo en verde. La cuenta atrás ha comenzado.