El explosivo del terrorista tenía potencia para derribar el avión

El explosivo del terrorista tenía potencia para derribar el avión
El artefacto de Abdul Mutallab contenía el doble de pentrita que el zapato bomba

FRANCESC PEIRÓN | Nueva York. Corresponsal | 29/12/2009 | Actualizada a las 22:56h | Internacional | lavanguardia.es
A la estela del humo del fallido calzoncillo bomba de Umar Faruk Abdul Mutallab, la Administración Obama ha subido la guardia. "Vamos a revisar toda la política de imágenes, la tecnología y los procesos relacionados con la seguridad aérea", sostuvo Barack Obama el pasado lunes.

Buscando consuelo en Facebook
Umar Faruk Abdul Mutallab, de buena cuna, lo tenía todo para ser feliz. Pero no. "Me siento solo y deprimido, no sé qué hacer". Así se expresaba en el 2005. Relatos de este tipo dejó en internet el presunto terrorista. Bajo el alias de Farouk1986 (combinación de su nombre y el año de nacimiento), The Washington Post ha rastreado por la red más de 300 mensajes o comentarios de este joven. Escribía sobre sus estudios en lenguas árabes en Yemen –donde estuvo este diciembre y donde se supone que recibió el explosivo–, o sus planes de solicitar la entrada en Standford y otras universidades. También muestra su mundo contradictorio, entre el liberalismo (matrimonio) y la devoción extrema. En chats o en Facebook, buscaba consuelo. "¿Cómo se puede encontrar el equilibrio?", le preguntó a un compañero de una página islamista en la que reconocía sus problemas para memorizar el Corán. "Me esfuerzo para vivir a diario según el Corán".

Lo que digan los defensores de los derechos civiles pierde su relevancia en estos momentos de crisis. ¿La intimidad? Malos tiempos. Estados Unidos, más allá de cualquier debate sobre la privacidad, ultima un despliegue sin precedentes para la instalación de los escáneres corporales en los aeropuertos del país, esas máquinas de rayos X que desnudan por completo a los viajeros. Su iniciativa pretende estimular a otros países a seguir su ejemplo, pese a que no se ha conseguido silenciar del todo las voces de protesta. Su argumento consiste en que "hay que buscar terroristas en la calle y no armas en el aeropuerto".

Sin embargo, el aviso ha sido demasiado serio, remarcaron responsables de la agencia de seguridad aérea (TSA). Los análisis que el FBI ha realizado al material hallado en la ropa interior del detenido, el rico nigeriano de 23 años y cara de niño supuestamente a las órdenes de Al Qaeda, no dejan lugar a dudas. Siempre según esta versión, los estudios preliminares certifican el alto poder destructivo del artefacto y el peligro que corrieron las cerca de 300 personas que iban en el vuelo 253 de la compañía Northwest, entre Amsterdam y Detroit. Los resultados provisionales indican que el acusado cargaba con unos 80 gramos de pentrita. Esta cantidad dobla la que llevaba Richard C. Reid cuando en diciembre del 2001 fracasó en su intento de destruir el avión que unía París y Miami. Reid utilizó los zapatos para camuflar la sustancia.

"Una solución –cara e intrusiva, pero efectiva– sería el hacer uso de las nuevas tecnologías de vigilancia por imágenes. La visión de todo el cuerpo da una imagen mucho más detallada que los habituales detectores de metales y permite detectar sustancias químicas como la del explosivo de Abdul Mutallab". La opinión de Eugene Robinson, publicada ayer en The Washington Post, la suscribe la pléyade de expertos que desfilan por la televisión.

En este clima, no es de extrañar que fuentes de la TSA desvelaran que hasta 150 de estas máquinas de imagen corporal se empezarán a instalar en las próximas semanas, sobre todo en los grandes enlaces internos. Ahí se incluye el aeropuerto neoyorquino del JFK, lugar por el que pasa la mayor parte de los turistas que visitan la ciudad. Cada uno de estos aparatos tiene un coste de unos 170.000 dólares.

Tras este paso inicial, la administración estadounidense comprará otras 300 unidades, subrayaron. Los expertos insisten en que el problema de la seguridad aérea tiene su origen en tierra. Es el argumento en el que se apoyan para acallar las voces de los que apelan a los derechos individuales. Unas voces que, señalan, han frenado la plena operatividad de los 40 escáneres ya ubicados en las instalaciones aeroportuarias de Estados Unidos. En contraste, se cuentan en más de 2.200 los puntos de control de pasajeros.

Según The New York Times, dos ex directivos del departamento de Interior y de la TSA han sido recuperados para la rápida puesta a punto de estas nueva generación de vigilancia corporal. Esta tecnología permite mirar en la ropa interior en busca de armas ocultas o explosivos, que es lo que los investigadores consideran como la gran amenaza.

También se ultima una sofisticada conexión informática entre las listas de posibles terroristas, en la que aparecía Abdul Mutallab, y el nombre del viajero. Pero nada garantiza el éxito. Como se apunta en el citado diario, desde el 2001 se han gastado 40.000 millones de dólares para crear la red de protección aérea. Detroit ha destapado los agujeros negros, dicho sin doble sentido.

Suerte que no le funciono, no se le activo, de no ser asi seria una tragedia.Segun un simulacro de lo que causaria ese explosivo , destruiria el avion.