La Catedral veta a los carteristas con agentes de seguridad privada

Un guardia de seguridad asesorando ayer a una turista en el interior de la basílica compostelana

FOTO: Ramón Escuredo
La Catedral ha dejado de ser un paraíso para ladrones. El porcentaje de carteras robadas se ha reducido de forma significativa en los últimos meses, indicaba ayer a este diario el portavoz del Cabildo, José Fernández Lago. El plan de choque diseñado por la basílica parece estar dando sus frutos. Hasta hace poco el dispositivo especial de vigilancia se activaba tan sólo durante la época estival y el Año Santo. Sin embargo, a finales del pasado verano la dirección del templo decidía prorrogar el contrato de la compañía privada de seguridad. "Pese a lo que cuesta, optamos por mantener el servicio todo el año. Cualquiera que entre en la Catedral con la intención de robar, al ver a un agente seguro que desiste", explica Fernández Lago.

Las aglomeraciones son un gran atractivo para los delincuentes. La avalancha de turistas atraía a rateros de otros puntos de la península y, especialmente, en temporada alta convenía andarse con ojo para no quedarse sin el bolso o la cartera. De hecho, la Policía llegó a interceptar a nueve grupos organizados que, de forma simultánea, perpetraban pequeños hurtos en el interior del templo. Era el año 2002 y faltaba muy poco para el Xacobeo 2004. A partir de entonces, el blindaje del casco histórico por parte de los efectivos de seguridad y las medidas que el Cabildo acaba de adoptar por su cuenta parecen haber abortado las intenciones de más de una banda de malhechores.

Minimizar "los males"

"Hoy por hoy, dentro del templo, hay más gente descontrolada que antes", dice José Fernández Lago para justificar la contratación de un servicio privado de vigilancia. "De lo que se trata es de que los males que puedan acontecer en el interior de la Catedral sean menores", argumenta el portavoz del Cabildo. Si bien hasta no hace mucho era habitual encontrar decenas de carteras vacías que los rateros abandonaban tras llevarse el dinero y los objetos de valor, la presencia de los agentes ha conseguido recortar considerablemente la cifra de billeteras perdidas.

Durante el horario de apertura de la basílica compostelana, un guardia se dedica a hacer la ronda por el interior del templo. No obstante, en cuestión de semanas, en cuanto arranque la temporada de verano, se reforzará el dispositivo.

PICARESCA El botafumeiro sólo funciona previo paso por caja

Foco de delincuencia y fuente de inspiración para la picaresca. La popularidad de la Catedral como cumbre de peregrinación xacobea ha traído más de un quebradero de cabeza a la dirección de la basílica. Aunque el portavoz del Cabildo lo niega, la presencia de agentes de seguridad en el templo podría disuadir a algunas agencias de viajes que, en más de una ocasión, han intentado cobrar la ceremonia del botafumeiro de forma irregular. La respuesta de la Iglesia ha sido tajante. Desde hace ya algunos meses el incensario sólo funciona previo paso por caja. Aunque algún touroperador intente actuar por su cuenta y beneficiarse del ritual, lo va a llevar crudo. Con esta fórmula, la basílica mantiene el control absoluto y evita posibles fraudes con el culto.

Lo cierto es que en los últimos años se ha producido un bum. El despegue del turismo, especialmente vinculado al Camino de Santiago, ha acarreado un fenómeno sin precedentes. El botafumeiro es cada vez más popular y recorre las alturas del crucero de la basílica casi a diario, coincidiendo con la Misa del Peregrino.

El coste asciende a 240 €. Aunque algunas agencias de viajes se encargan de la gestión, las peticiones suelen tramitarse a través de la Oficina del Peregrino. No obstante, el incensario vuela gratis unas 30 veces al año, cada vez que se celebra una solemnidad litúrgica .