«Los trabajadores de la seguridad privada deben ser agentes de autoridad»

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«Los trabajadores de la seguridad privada deben ser agentes de autoridad»
«Los escoltas han pasado de 500 a 5.000 por culpa del terrorismo»


ANTONIO DUARTE Secretario general de la Federación Estatal de Seguridad Privada del sindicato USO

R. GARCÍA
La Federación Estatal de Seguridad Privada de la Unión Sindical Obrera (USO) comenzó ayer en Gijón la celebración de su cuarto congreso confederal. La reunión, que cuenta con más de 150 asistentes de los que 75 son congresistas, culminará hoy con la elección de la ejecutiva federal. Antonio Duarte volverá a presentarse a la presidencia de la federación, un cargo que este gallego ostenta desde el año 2002.

-¿Cómo ha cambiado la situación laboral de los trabajadores de la seguridad privada en los años que lleva como secretario general?

-En el año 2002 hubo un convenio muy bueno en el que recuperamos la pérdida de poder adquisitivo que llevábamos padeciendo durante los noventa. Pero el panorama ha cambiado mucho. A día de hoy no hay negociaciones para un nuevo convenido porque no hay entendimiento siquiera entre las grandes empresas. El sector de seguridad también ha sufrido cambios. El trabajo de los escoltas se ha disparado. De 500 hemos pasado casi a 5.000 en zonas como el País Vasco o Navarra por culpa del terrorismo de ETA. Un trabajo que, por otra parte, no está pagado porque la vida de los escoltas, normalmente desplazados, es muy dura y en ocasiones se sienten insultados y maltratados.

-¿Cuáles son los retos de futuro?

-Hay que mejorar la normativa que rige el sector porque actualmente la regulación existente en España es del año 92 y choca frontalmente con las directrices europeas. Los trabajadores de la seguridad privada no saben a qué ley hacer caso. En este sentido, tenemos una gran confrontación con el Ministerio, que no nos aporta soluciones.

-¿Están bien protegidos los trabajadores de su ramo?

-Podríamos estar mejor. Tenemos que recuperar la figura de agentes de la autoridad que perdimos hace años. No tenemos seguridad jurídica en ninguna de nuestras actuaciones. Si vemos a alguien robando en un establecimiento no podemos detenerlo porque no contamos con la protección judicial adecuada. Algunos «guardarríos», por ejemplo, tienen ese carácter de agente de autoridad.

-¿La mujer ha ganado peso en su campo?

-Por supuesto. Si hoy el congreso aprueba la nueva ejecutiva ya tendremos una mujer dentro de los puestos de mando de la federación.

-¿La seguridad privada se resiente por la crisis?

-Hemos perdido en los últimos meses unos 7.000 puestos de trabajo. Las grandes empresas prescinden siempre en un primer momento de efectivos de seguridad y de limpieza.