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Tres vigilantes de seguridad resultaron heridos el pasado viernes tras ser increpados y agredidos por un grupo de personas cuando intentaban impedir una reyerta que se produjo en la estación de Sol, informó hoy a Europa Press un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid
Tres vigilantes de seguridad resultaron heridos el pasado viernes tras ser increpados y agredidos por un grupo de personas cuando intentaban impedir una reyerta que se produjo en la estación de Sol, informó hoy a Europa Press un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
La Policía recibió una llamada a las 6.30 horas del Viernes Santo procedente de un vigilante de la estación. A su llegada al lugar, los agentes comprobaron que en el interior del vestíbulo un grupo de personas estaban increpando a varios guardias de seguridad. Ante la presencia policial, los agresores emprendieron la huida, pero los policías consiguieron identificar a los agresores, que fueron reconocidos 'in situ' por los vigilantes.
La agresión se originó por una pelea, en la que se vieron involucrados dos grupos que sumaban unas 20 personas de edades comprendidas entre los 25 y 35 años, informó el sindicato Alternativa Sindical.
Según explicó, una pareja de vigilantes del turno de noche de la empresa Casesa intervinieron para separarles. Entonces, uno de los grupos se marchó del lugar, pero el otro se lanzó contra los dos vigilantes, golpeándoles por la espalda. Se sumaron a la 'contienda' dos vigilantes de Renfe de la empresa LPM para apoyar la intervención.
En total, el sindicato señaló que los guardias de seguridad fueron agredidos de "manera bestial", por lo que tres de ellos precisaron asistencia facultativa y fueron trasladados al hospital. Dos de los vigilantes siguen de baja. Uno de ellos recibió un fuerte golpe propinado con algo de metal, posiblemente un puño americano, que le produjo una pérdida importante de sangre.
El otro padece diversos golpes en la cabeza, ojo y cuello, que le producen mareos continuos. Los otros dos, aunque ya de alta médico, ya tiene magulladuras por todo el cuerpo y uno de ellos con la oreja casi desprendida. La policía actuó rápidamente y los supuestos agresores no le pusieron resistencia, indicó Alternativa Sindical.
"Éste es el día a día de un vigilante que se agrava en festivos. Somos insultados y agredidos. La empresa no tiene procedimientos de actuación ante éstas y parecidas situaciones y se carece de formación específica para un servicio tan especial como es Metro o Renfe. Además tenemos que pelear contra las reducciones de seguridad que estos dos clientes aplican por recorte presupuestario, aunque se le siga cobrando a cada usuario en el precio del billete la tasa de seguridad", señaló el sindicato.
Además, criticó que las diferencias entre Policía y Seguridad Privada o entre un agente de la autoridad y un mero ciudadano, ya que las agresiones a Policía son un atentado a la autoridad y las penas de cárcel se endurecen, mientras que la agresión a un vigilante de seguridad estando de servicio "es un simple juicio de faltas castigándose con una multa".
"Y lo más triste es que la agresión de un vigilante a un ciudadano se trata como un abuso de autoridad y este caso sí que hubiese estado en la cabecera de los medios de comunicación", indicó Alternativa Sindical, que pidió que se le de carácter de agente de autoridad a este colectivo.
Tres vigilantes de seguridad resultaron heridos el pasado viernes tras ser increpados y agredidos por un grupo de personas cuando intentaban impedir una reyerta que se produjo en la estación de Sol, informó hoy a Europa Press un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
La Policía recibió una llamada a las 6.30 horas del Viernes Santo procedente de un vigilante de la estación. A su llegada al lugar, los agentes comprobaron que en el interior del vestíbulo un grupo de personas estaban increpando a varios guardias de seguridad. Ante la presencia policial, los agresores emprendieron la huida, pero los policías consiguieron identificar a los agresores, que fueron reconocidos 'in situ' por los vigilantes.
La agresión se originó por una pelea, en la que se vieron involucrados dos grupos que sumaban unas 20 personas de edades comprendidas entre los 25 y 35 años, informó el sindicato Alternativa Sindical.
Según explicó, una pareja de vigilantes del turno de noche de la empresa Casesa intervinieron para separarles. Entonces, uno de los grupos se marchó del lugar, pero el otro se lanzó contra los dos vigilantes, golpeándoles por la espalda. Se sumaron a la 'contienda' dos vigilantes de Renfe de la empresa LPM para apoyar la intervención.
En total, el sindicato señaló que los guardias de seguridad fueron agredidos de "manera bestial", por lo que tres de ellos precisaron asistencia facultativa y fueron trasladados al hospital. Dos de los vigilantes siguen de baja. Uno de ellos recibió un fuerte golpe propinado con algo de metal, posiblemente un puño americano, que le produjo una pérdida importante de sangre.
El otro padece diversos golpes en la cabeza, ojo y cuello, que le producen mareos continuos. Los otros dos, aunque ya de alta médico, ya tiene magulladuras por todo el cuerpo y uno de ellos con la oreja casi desprendida. La policía actuó rápidamente y los supuestos agresores no le pusieron resistencia, indicó Alternativa Sindical.
"Éste es el día a día de un vigilante que se agrava en festivos. Somos insultados y agredidos. La empresa no tiene procedimientos de actuación ante éstas y parecidas situaciones y se carece de formación específica para un servicio tan especial como es Metro o Renfe. Además tenemos que pelear contra las reducciones de seguridad que estos dos clientes aplican por recorte presupuestario, aunque se le siga cobrando a cada usuario en el precio del billete la tasa de seguridad", señaló el sindicato.
Además, criticó que las diferencias entre Policía y Seguridad Privada o entre un agente de la autoridad y un mero ciudadano, ya que las agresiones a Policía son un atentado a la autoridad y las penas de cárcel se endurecen, mientras que la agresión a un vigilante de seguridad estando de servicio "es un simple juicio de faltas castigándose con una multa".
"Y lo más triste es que la agresión de un vigilante a un ciudadano se trata como un abuso de autoridad y este caso sí que hubiese estado en la cabecera de los medios de comunicación", indicó Alternativa Sindical, que pidió que se le de carácter de agente de autoridad a este colectivo.
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