Bien por casesa, inutiles

Hace menos de un año el Ayuntamiento decidió cambiar el sistema de custodias de los edificios municipales. Con la intención de ahorrar en horas extras y destinar más agentes a la calle, el área de Seguridad y Participación Ciudadana sacó a concurso esta tarea que recayó en la empresa Casesa Seguridad. Desde entonces, es esta compañía la que realiza los servicios de seguridad. Unos servicios que lejos de generar satisfacciones han creado un reguero de críticas dentro del cuerpo de Policía.

La delegación granadina del Sindicato Independiente de Policía de Andalucía (SIP-AN) denuncia que, desde entonces, la calidad del servicio ha mermado de manera considerable "ya que no lo realizan los profesionales indicados" y, por otro lado, se han producido varios incidentes que dejan mucho que desear de dichas custodias.

Concretamente, el sindicato lamenta la "desaparición de 1.400 euros en el edificio Teatro Manuel de Falla; el robo de material que se ha producido en la guardería del complejo administrativo Los Mondragones o que el pasado sábado 2 de octubre, uno de los controladores abandonara la vigilancia del edificio de Los Mondragones entre las 15:00 y las 18:50 horas, yéndose a dormir a la planta superior, y dejando todas las puertas abiertas".

Según su denuncia estos hechos son muy preocupantes, sobre todo, teniendo en cuenta que la contratación de estas tareas a dicha empresa supone un desembolso de un millón de euros cada dos años. "Consideramos que la labor de custodia de los edificios municipales debería corresponder a los policías de segunda actividad, tal y como el propio concejal dijo en su momento", recuerdan desde el sindicato. Además, hacen hincapié en que no todas las personas que están prestando el servicio están cualificadas para ello. "La empresa utiliza vigilantes de seguridad durante las mañanas en el Ayuntamiento y Los Mondragones, pero las tardes y las noches son custodiadas por controladores, es decir, un personal sin preparación ni título para este tipo de cometidos". La vigilancia a base de controladores, se extiende a otros edificios como el Palacio de los Córdova, la Gerencia de Urbanismo y el Manuel de Falla, algo que los policías consideran intolerable.

Desde el SIP-AN se alerta de que los controladores, según la Ley de Seguridad Privada, no pueden custodiar las sedes solos, ya que se consideran auxiliares y necesitan de un vigilante o un policía de apoyo, "claro, lo que ocurre es que a ellos se les paga 600 euros en lugar de 1.200", argumentan y añaden, que de continuar esta práctica la inspección podría sancionar al Consistorio.