El plan también irá a los civiles

El plan también irá a los civiles

El Gobierno anunció que los controles en las calles para evitar el mal uso de armas de fuego se extenderán para los civiles.
El Gobierno anunció que los controles en las calles para evitar el mal uso de armas de fuego se extenderán para los civiles.

Durante esta semana, la Policía concentró su trabajo en la inspección a los guardias de seguridad privada que estaban armados fuera de sus sitios de trabajo. En Quito y Guayaquil, los uniformados confiscaron armamento y arrestaron a vigilantes que violaron la Ley de Seguridad Privada.

El ministro de Gobierno, Fernando Bustamante, aseguró que la intención es desarmar no solo a los guardias sino a las personas civiles. El funcionario está convencido que el “monopolio del uso y porte de armas de fuego debe estar restringido solo a los miembros de la Fuerza Pública”.

Según el sociólogo Mauro Cerbino, en las ciudades del país se ha creado una “estética de las armas”. Su argumento se basa en la presencia masiva de guardias armados y de civiles que optan por esos artefactos para protegerse.

“Por todas partes vemos gente armada, custodiando edificios, casas, instituciones”. Para Cerbino, este fenómeno ocasiona que la percepción de seguridad dependa de la posesión de un arma. “Lo que se provoca es que exista más violencia. A más armas se responderá con más armas”.