La última fiesta del año

La última fiesta del año



Cazorla recibe la felicitación de sus compañeros tras marcar el tercer gol de España a Chile. (Foto: EFE)



España impone respeto y arranca admiración. En el amistoso contra Chile, un partido muy serio pese a su carácter probatorio, sumó con un contundente 3-0 su vigésimo octavo partido seguido sin derrota. Y sin perder la personalidad de campeón de la que se invistió el pasado verano en Viena. [Narración] [Fotos]


Vicente del Bosque está cambiando poco a poco la fórmula del éxito, pero no hay nada que oponer ni a los resultados ni a la forma en que se consiguen. Si Villa tardó 36 minutos en abrir la portería chilena fue mediante un penalti y porque la oposición del bloque bien armado por el seleccionador Marcelo Bielsa no permitió mayores lujos.

Además, el técnico español indagó en las posibilidades de una España con un solo delantero y poblada con un centrocampista más, su admirado Xabi Alonso. Seguramente el experimento sea útil en partidos a vida o muerte que se cruzarán en el camino de la selección, aunque dejar a todo un Fernando Torres en el banquillo será para muchos una especie de herejía.
España se plantó así en el campo y no renunció a su estilo ligado a la pelota y el pase, pero perdió agilidad en ese cometido. Con Xavi en una posición más adelantada y con menos contacto con el balón, Xabi Alonso y Fábregas intentaron la conexión con Villa, siempre un poco solo, un tanto lejos y rodeado.

Chile no hizo ensayos. Bielsa quería ganar al campeón de Europa y para ello dispuso de su mejor alineación e inyectó la ambición en un cuadro de jugadores bastante interesante. De hecho, el argentino que entrena a Chile no hizo ningún cambio hasta el minuto 87, ya con el 3-0, mientras que España agotó los seis permitidos.

Cuando Villa rompió desde el punto de penalti la resistencia defensiva de los chilenos, a los que no les gustó un pelo el arbitraje por cómo lo protestaron (la falta de Fuentes a Riera dentro del área no era para tanto), todo fue más sencillo. Pero tampoco un paseo.
Del Bosque sacó tras el descanso más calidad y retiró músculo. Además de poner en liza a Reina y a Marchena en lugar de Casillas y Albiol, introdujo a Cazorla en lugar de Senna. España amplió su abanico ofensivo por las bandas. Poco después dio luz verde a Torres en sustitución de Villa.

España siguió jugando con un sólo delantero nato, pero el 'Niño' del Liverpool recuperó su olfato con España y se fabricó un gol magnífico, el segundo, tras la jugada de Xavi, que ya se agarró a su gran aliado, el balón. Torres quebró la cintura de Fuentes y golpeó con la izquierda, colocado y fino, fuera del alcance de Bravo.

Chile amagó con contraataques, con un gran Orellana y Mati Fernández intentando dar guerra. Pero Reina intervino magistral para detener un balón de Suazo y sus defensas estuvieron atentos al achique en otras situaciones comprometidas.
Hasta los últimos 20 minutos no jugó España con dos puntas. Fue a partir del debut de Fernando Llorente con la selección cuando lo hizo. El partido estaba completamente dominado aunque ni así se rindieran los chilenos. Y en una de las infinitas combinaciones de calidad de los españoles, Torres le cedió a Cazorla un balón que el asturiano, en Villarreal y ante su afición, convirtió en su primer gol como internacional con la colaboración de un defensa.