Un año sin grandes cambios

Un año sin grandes cambios
Llega la recta final del año y es momento para hacer balance del contenido delos bolsillos para evitar un susto en la próxima declaración de la renta. En junio ya será imposible solucionarlo.
Es la hora de intentar que la factura del IRPF se convierta en brecha y pagar lo justo al ‘fisco’. Antes de que finalice el año estamos a tiempo de tomar decisiones de inversión, o desinversión en el caso contrario, que ayuden a equilibrar las cuentas pendientes con Hacienda.

La normativa del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas no ha cambiado este año, pero la crisis económica si que ha favorecido que el Gobierno aprobara nuevas recetas para ayudar a las maltrechas economías domésticas. Entre las principales novedades se encuentra la prórroga de dos años de las cuentas ahorro vivienda, que pasan de cuatro a seis años, aunque en los dos últimos no se podrá ampliar el capital.

Además de prestar atención a la planificación fiscal, conviene tener en cuenta los efectos de la inflación en las economías domésticas, es decir, que como en el IRPF no se ha actualizado el alza de los precios (el último dato del IPC de noviembre es del 2,4%), las deducciones a las que se acogen los contribuyentes son, en valor real, menores. Para calmar los ánimos, habrá que recordar que a todos los que hicimos la declaración de la renta de 2007 el Ejecutivo nos ha devuelto los famosos 400 euros dentro de nuestras nóminas desde junio.