Los familiares de la víctima agreden a los acusados durante el juicio del crimen de Ugena

El juicio contra los hermanos Mónica y Francisco José M.S., acusados de matar a la ex-pareja de ella comenzó hoy con graves incidentes en la Audiencia de Toledo cuando un grupo de familiares y allegados de la víctima irrumpió de forma sorpresiva en medio de la vista oral para agredir a los acusados.


Los causantes del incidente, media docena de personas, fueron detenidos por la fuerza pública después de que desde los asientos del público se levantaran llenos de ira y al grito de "asesinos, asesinos" se dirigieran al estrado donde estaban los acusados y se abalanzaran sobre ellos para agredirles, incluso con un paraguas.
A la vista del cariz que tomaban los acontecimientos y de que los dos agentes de la Policía Nacional que custodiaban la sala de vistas eran insuficientes para controlar la situación, fueron reforzados por varios guardias civiles que vigilaban el exterior de la sala de vistas.
El magistrado presidente del jurado, Emilio Buceta, ordenó a las fuerzas del orden que detuvieran a los protagonistas del altercado, que fueron conducidos a la biblioteca de la Audiencia Provincial, por lo que el juicio fue suspendido hasta dos horas después a la espera de que los ánimos estuvieran calmados.
Posteriormente, y ya en el pasillo de la Audiencia de Toledo, los allegados de la víctima se encararon con un fotógrafo de la revista 'Aquí' que había tomado fotografías de los incidentes y bajo amenazas le pidieron que borrara las imágenes captadas.
Los incidentes dejaron boquiabiertos no solo a los miembros del jurado que ha de juzgar el caso, sino también a un grupo de estudiantes de Derecho que habían acudido, algunos por primera vez, a ver el desarrollo de una vista oral con jurado popular.
El altercado tuvo lugar sobre las dos de la tarde cuando prestaba declaración el acusado Francisco Javier, a quien el fiscal Joaquín López pidió que se situara en la escena del crimen, adonde había acudido con otros dos hermanos para auxiliar a Mónica, que le llamó por teléfono varias veces para pedirle ayuda porque el fallecido quería acabar con su vida, según dijo el acusado.
La escena del crimen estaba siendo recreada con la proyección de una gran fotografía en la que se podía ver a la víctima tendida en el suelo junto a un charco de sangre en el descampado donde ocurrieron los hechos, en el polígono industrial 'La Frontera' de Ugena (Toledo).
Los hechos tuvieron lugar, según las conclusiones del fiscal, entre las 01:30 y las 02:00 de la madrugada del 12 de septiembre en el citado polígono industrial cuando los acusados propinaron tres puñaladas mortales a César Consuegra, un vigilante de discoteca de Fuenlabrada que había sido compañero sentimental de Mónica.
Según la defensa de los acusados, la víctima era una persona violenta y celosa, quien durante el año de convivencia con Mónica la agredió y la humilló y que el día de los hechos había recibido amenazas telefónicas para acabar con la vida de la acusada y del hombre con el que en ese momento tenía una relación sentimental.
El día de los hechos, según el relato del abogado de Mónica, ella le clavó el cuchillo al estar "presa del terror", pues, "era su vida o la de su maltratador" y explicó que el cuchillo se lo arrebató ella a César, ya que la intención de éste era en realidad acabar con ella y con la vida de su nueva pareja.