Los serenos del siglo XXI

Los serenos del siglo XXI
El Ayuntamiento de Alzira merece plácemes por haber llevado a la práctica un ambicioso proyecto: el de recuperar la figura del sereno. Todo lo que sea incrementar los medios de vigilancia, atención y seguridad ciudadana cobra especial relieve en estos tiempos tan agitados.

En su detallada crónica acerca del acto de presentación de los nuevos funcionarios públicos, la periodista de LAS PROVINCIAS, Carmen Cerveró, introduce una acertada definición al llamar a estos agentes "los serenos del siglo XXI".

Fue en 1834 cuando por real decreto de 16 de septiembre surge en España el cuerpo de serenos, si bien mucho antes, en 1797, el Ayuntamiento de Madrid ya había creado el suyo propio. La finalidad primordial de este colectivo consistía en rondar de noche por las calles, velando por la seguridad de las personas y las cosas. Aparte de facilitar a los vecinos la entrada a los portales echando mano de su manojo de pesadas llaves, en su recorrido cantaban en voz alta la hora y el tiempo que hacía. "Ave María Purísima, la una, nublado", solía escucharse en medio de las silentes noches.

En pueblos de la Ribera el sereno prestaba además otros cometidos. Cuando un labrador necesitaba madrugar y quería ser despertado a una hora determinada, depositaba sobre el umbral de la puerta un número de piedras igual al de la hora en que tenía que levantarse, y el sereno le avisaba puntualmente. En su deambular por el interior y las afueras de la localidad, a veces también contribuía a desbaratar algún "allanamiento de morada": esos asaltos a corrales perpetrados por los "atracadores" de la época para robar "l'haca" o cuatro gallinas.

Los serenos (en los pequeños municipios encuadrados profesionalmente como vigilantes nocturnos) empiezan a extinguirse en la década de los setenta, curiosamente cuando van llegando las "libertades" y más aflora el inconformismo. En el "Diccionario del español actual" (Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos, 1999), al definir la voz "sereno" en su sexta acepción como "hombre encargado de vigilar las calles durante la noche para seguridad del vecindario", se antepone la aclaración "hoy raro".

Y es que es verdad que para las nuevas generaciones el sereno es hoy un personaje raro. A partir de ahora, y a medida que los Consistorios vayan emulando al de Alzira, "los serenos del siglo XXI" (y las serenas…) pasarán a ser considerados como los bienhechores de la noche. ¡Bienvenidos sean!