Llegan las patrullas de ciudadanos a la caza del delincuente en Italia

ANNASTELLA PALASCIANO | MADRID Actualizado Viernes, 03-07-09 a las 19:17
En el día en el que los datos oficiales subrayaron la “cuenta roja” de una Italia afectada cada día más por la crisis económica, la Liga Norte festejó en el Senado su segunda gran victoria después de la puesta en marcha del federalismo fiscal: la aprobación del proyecto ley sobre la inmigración clandestina y las patrullas ciudadanas.
Desde ayer ser inmigrante en Italia es un delito. Pero hay más. Los ciudadanos colaborarán con las fuerzas del orden para vigilar la seguridad de las ciudades y para denunciar a las personas “sospechosas”.
Al contrario de lo inicialmente propuesto, estas patrullas de vigilantes no podrán llevar símbolos de partidos o movimientos políticos. No habrá ningún espacio para “patrullas negras” con uniforme color caqui y casco negro anunciados por el Partido Nacionalista.
Serán patrullas desarmadas y no podrán detener a nadie, sino limitarse a “vigilar” a quienes podrían atentar contra la seguridad de la población. Según la ley recién aprobada, podrían ser también los “sin papeles” que, desde hoy, se arriesgan a una multa de entre 5.000 y 10.000 euros y la expulsión inmediata por parte del juez. De hecho, se prevé que las expulsiones se doblarán respecto a las 25.000 de 2008.
Las “ronde” se regirán a través de un decreto del Ministerio del Interior y también estarán formadas, según la intención del gobierno, por ex agentes de seguridad.
La legalización de estos grupos de vigilantes-ciudadanos trae a la memoria los grupos de activistas paramilitares que, después del 11-S, patrullan la frontera entre Estados Unidos y México a la “caza” de inmigrantes. Los activistas paramilitares llevan armas, utilizan tecnologías modernas y disponen de miles de dólares. En Italia las patrullas no podrán llevar armas pero, hoy en día, hay 10 millones de armas legalmente registradas. Un dato cuanto menos preocupante.

El jefe de la Guardia Nacional italiana de extrema derecha,
Gaetano Saya, no ha logrado que los ciudadanos
que patrullan puedan símbolos externos / REUTERS

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