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Moncloa ofrece rebajar un punto las cotizaciones y limita a 6 meses el subsidio de paro.
21/07/2009
Un pequeño paso para el Gobierno y un nulo avance para la Humanidad. Ahora que se celebra el 40 aniversario de la llegada del hombre a la luna, cabe hacer un cierto paralelismo con lo que ocurrió ayer en el llamado diálogo social, donde se ven las caras el Ejecutivo, los sindicatos y los empresarios.
El Gobierno presentó a las 18:45 hora un nuevo documento que supone un pequeño avance respecto de sus posiciones iniciales; pero, por el momento, no ha podido cambiar el curso de la historia, aunque sea con minúsculas. La gran novedad es que amplía –por escrito- su propuesta de reducción de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social. Por un lado, mantiene su oferta inicial de reducir un 0,5% las cuotas patronales por accidentes laborales y enfermedades profesionales, y que ahora gestionan las mutuas. Pero, además, ofrece rebajar un punto las cuotas empresariales a la Seguridad Social, aunque con carácter excepcional, ya que esta medida sólo se aplicaría en 2010.
El documento no aclara si esta segunda rebaja tendría carácter general, es decir, afectaría a las contingencias comunes. O, por el contrario, sólo se aplicaría a las enfermedades profesionales. Sí está claro que la rebaja no correría a cargo de la Seguridad Social, sino que sería el Estado -mediante sus propios recursos- quien asumiría los costes. Mucho dinero, en cualquier caso. Un punto de Seguridad Social en contingencias comunes cuesta 3.500 millones de euros en términos de recaudación, y añadiría, por lo tanto, 3,5 décimas de déficit público.
Ni que decir tiene que la propuesta sigue sin gustar a los empresarios, cuyo objetivo es una reducción de las cotizaciones sociales de al menos 2,5 puntos y con efecto estructural, es decir, que vaya más allá del año 2010, como pretende el Gobierno. Un representante cualificado de la patronal descartó ayer que con estos mimbres se pueda fabricar un cesto. Básicamente por una razón. Los empresarios dan por hecho que la reforma laboral es un asunto tabú para el Gobierno y los sindicatos, y que por ahí no hay nada que hacer. Pero a cambio quieren presentar una rebaja de las cuotas sociales como la gran pieza a cazar de esta negociación.
Tampoco los sindicatos estámos dispuestos a ceder en este punto, al menos por el momento.
Subsidio con límite de seis meses
La representación sindical tienen la vista puesta, sin embargo, en la extensión del subsidio de desempleo a los trabajadores que hayan agotado las prestaciones. Durante ese tiempo, cobrarían 420 euros al mes. Inicialmente se daba por hecho que el Gobierno estaría dispuesto a ampliar esa prestación hasta los doce meses, tal y como reivindican las centrales, pero en el documento que ayer presentó a los agentes sociales el jefe de la Oficina Económica de Moncloa, Javier Vallés, hay una importante novedad. El Gobierno habla ahora de extender el programa, pero no la prestación, ¿Qué quiere decir esto? Pues ni más ni menos que un mismo trabajador no podría cobrar el subsidio por encima de los seis meses, aunque hubiera agotado las prestaciones. El programa de extensión del desempleo, duraría, sin embargo, otros seis meses, pero serían otros trabajadores los beneficiarios.
En este caso, ni que decir tiene también que los sindicatos rechazan de plano esta idea, que consideran un paso atrás del Gobierno, probablemente como estrategia de negociación.
El documento avanza algo más en algunos aspectos muy importantes para la economía pero que no tienen un impacto inmediato sobre la coyuntura. Y, en particular, se menciona el apoyo más decidido a la internacionalización de las empresas, el aumento de los fondos del ICO o el impulso del funcionamiento de las sociedades de garantía recíproca. Además del fomento del I-D-i o el estímulo de la formación o los planes educativos.
En palabras de un dirigente empresarial todos estos objetivos son importantes, pero ninguno tiene carácter de choque para afrontar una situación tan delicada como la actual, y que son los que plantean los organismos internacionales: el FMI, la OCDE o la Comisión Europea.
El miércoles nueva reunión, pero ya sin salirse del guión previsto. El perímetro de la negociación está cerrado. Ahora ‘sólo’ falta conocer el contenido.
21/07/2009
Un pequeño paso para el Gobierno y un nulo avance para la Humanidad. Ahora que se celebra el 40 aniversario de la llegada del hombre a la luna, cabe hacer un cierto paralelismo con lo que ocurrió ayer en el llamado diálogo social, donde se ven las caras el Ejecutivo, los sindicatos y los empresarios.
El Gobierno presentó a las 18:45 hora un nuevo documento que supone un pequeño avance respecto de sus posiciones iniciales; pero, por el momento, no ha podido cambiar el curso de la historia, aunque sea con minúsculas. La gran novedad es que amplía –por escrito- su propuesta de reducción de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social. Por un lado, mantiene su oferta inicial de reducir un 0,5% las cuotas patronales por accidentes laborales y enfermedades profesionales, y que ahora gestionan las mutuas. Pero, además, ofrece rebajar un punto las cuotas empresariales a la Seguridad Social, aunque con carácter excepcional, ya que esta medida sólo se aplicaría en 2010.
El documento no aclara si esta segunda rebaja tendría carácter general, es decir, afectaría a las contingencias comunes. O, por el contrario, sólo se aplicaría a las enfermedades profesionales. Sí está claro que la rebaja no correría a cargo de la Seguridad Social, sino que sería el Estado -mediante sus propios recursos- quien asumiría los costes. Mucho dinero, en cualquier caso. Un punto de Seguridad Social en contingencias comunes cuesta 3.500 millones de euros en términos de recaudación, y añadiría, por lo tanto, 3,5 décimas de déficit público.
Ni que decir tiene que la propuesta sigue sin gustar a los empresarios, cuyo objetivo es una reducción de las cotizaciones sociales de al menos 2,5 puntos y con efecto estructural, es decir, que vaya más allá del año 2010, como pretende el Gobierno. Un representante cualificado de la patronal descartó ayer que con estos mimbres se pueda fabricar un cesto. Básicamente por una razón. Los empresarios dan por hecho que la reforma laboral es un asunto tabú para el Gobierno y los sindicatos, y que por ahí no hay nada que hacer. Pero a cambio quieren presentar una rebaja de las cuotas sociales como la gran pieza a cazar de esta negociación.
Tampoco los sindicatos estámos dispuestos a ceder en este punto, al menos por el momento.
Subsidio con límite de seis meses
La representación sindical tienen la vista puesta, sin embargo, en la extensión del subsidio de desempleo a los trabajadores que hayan agotado las prestaciones. Durante ese tiempo, cobrarían 420 euros al mes. Inicialmente se daba por hecho que el Gobierno estaría dispuesto a ampliar esa prestación hasta los doce meses, tal y como reivindican las centrales, pero en el documento que ayer presentó a los agentes sociales el jefe de la Oficina Económica de Moncloa, Javier Vallés, hay una importante novedad. El Gobierno habla ahora de extender el programa, pero no la prestación, ¿Qué quiere decir esto? Pues ni más ni menos que un mismo trabajador no podría cobrar el subsidio por encima de los seis meses, aunque hubiera agotado las prestaciones. El programa de extensión del desempleo, duraría, sin embargo, otros seis meses, pero serían otros trabajadores los beneficiarios.
En este caso, ni que decir tiene también que los sindicatos rechazan de plano esta idea, que consideran un paso atrás del Gobierno, probablemente como estrategia de negociación.
El documento avanza algo más en algunos aspectos muy importantes para la economía pero que no tienen un impacto inmediato sobre la coyuntura. Y, en particular, se menciona el apoyo más decidido a la internacionalización de las empresas, el aumento de los fondos del ICO o el impulso del funcionamiento de las sociedades de garantía recíproca. Además del fomento del I-D-i o el estímulo de la formación o los planes educativos.
En palabras de un dirigente empresarial todos estos objetivos son importantes, pero ninguno tiene carácter de choque para afrontar una situación tan delicada como la actual, y que son los que plantean los organismos internacionales: el FMI, la OCDE o la Comisión Europea.
El miércoles nueva reunión, pero ya sin salirse del guión previsto. El perímetro de la negociación está cerrado. Ahora ‘sólo’ falta conocer el contenido.
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