Un guardia civil solicita al Ministerio del Interior 150.000 euros de indemnización por daños psíquicos
Un suboficial de la Guardia Civil del Campo de Gibraltar, destinado en
el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Algeciras (Cádiz), ha
solicitado a través de su representación legal una cantidad de 150.000
euros de indemnización al Ministerio del Interior, por considerar que
éste le ocasionó daños psíquicos con la actuación de sus superiores en
su lugar de trabajo.
En un comunicado remitido a Europa Press, su abogado, Fernando Osuna,
expuso que, a raíz de determinados hechos ocurridos durante el acto de
servicio, su representado "sufre una situación de angustia y
marginación" que afecta considerablemente a su estado anímico, por lo
que pide responsabilidad patrimonial de la Administración Pública
contra el Ministerio del Interior.
Los hechos tuvieron lugar cuando en 2002 el reclamante, al mando de una
embarcación y con motivo de la interceptación de un barco con droga,
comandó una persecución entre su barco y el interceptado, que finalizó
con un choque entre ambas embarcaciones, tras el cual fueron detenidos
tres tripulantes del barco interceptado y confiscados 600 kilogramos de
droga.
Posteriormente, se notó la ausencia de un cuarto tripulante del barco
interceptado, de cuya caída al mar nadie se había percatado en un
primer momento, falleciendo éste ahogado.
En la nota se cuenta cómo la familia del difunto denunció al ahora
demandante, la cual no prosperó, "razón por la que se siguieron las
consecuentes diligencias para el esclarecimiento de los hechos", y
durante las que "estuvo sometido a una situación psicológicamente
angustiosa, con falta de sueño y graves trastornos que afectaron a su
ámbito personal y familiar y degeneraron en una situación de estrés
postraumático".
Fernando Osuna, en declaraciones a Europa Press, explicó que al
suboficial "le entró un profundo sentimiento de culpa, aunque ya había
quedado legalmente exculpado". También manifestó que su cliente "se vio
inmerso en una complicada situación de marginación laboral", puesto que
su mando superior "le hizo el vacío y no le apoyó en ningún momento,
llegando a abrirle diligencias por la denuncia que la familia del
fallecido interpuso contra él".
"NO DEBIO SEGUIR DE SERVICIO"
El letrado prosiguió exponiendo que "el principal punto que rebate el
Guardia Civil es el hecho de que los mandos no le concedieran la baja
laboral, cuando claramente no estaba en condiciones de efectuar su
labor". A este respecto, el demandante comenzó de manera "reactiva" a
consumir bebidas alcohólicas, "hasta el punto de enfermar a causa de
dependencia al alcohol", hecho que Osuna admitió tener probado mediante
el testimonio de los médicos que trataron al suboficial.
Añadió el abogado que "mi representado está a expensas de ser juzgado
por un delito militar de causa penal por presentarse embriagado a
tempranas horas de la mañana al trabajo". "No debió seguir de servicio
--concluyó Osuna--, pues él no era libre para beber, estaba muy mal
psíquicamente y las circunstancias lo obligaron".
Por todo ello, el suboficial reclama una cantidad de 150.000 euros,
"atendiendo a otros casos similares que se han resuelto con una
indemnización en torno a esa cantidad".
Un suboficial de la Guardia Civil del Campo de Gibraltar, destinado en
el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Algeciras (Cádiz), ha
solicitado a través de su representación legal una cantidad de 150.000
euros de indemnización al Ministerio del Interior, por considerar que
éste le ocasionó daños psíquicos con la actuación de sus superiores en
su lugar de trabajo.
En un comunicado remitido a Europa Press, su abogado, Fernando Osuna,
expuso que, a raíz de determinados hechos ocurridos durante el acto de
servicio, su representado "sufre una situación de angustia y
marginación" que afecta considerablemente a su estado anímico, por lo
que pide responsabilidad patrimonial de la Administración Pública
contra el Ministerio del Interior.
Los hechos tuvieron lugar cuando en 2002 el reclamante, al mando de una
embarcación y con motivo de la interceptación de un barco con droga,
comandó una persecución entre su barco y el interceptado, que finalizó
con un choque entre ambas embarcaciones, tras el cual fueron detenidos
tres tripulantes del barco interceptado y confiscados 600 kilogramos de
droga.
Posteriormente, se notó la ausencia de un cuarto tripulante del barco
interceptado, de cuya caída al mar nadie se había percatado en un
primer momento, falleciendo éste ahogado.
En la nota se cuenta cómo la familia del difunto denunció al ahora
demandante, la cual no prosperó, "razón por la que se siguieron las
consecuentes diligencias para el esclarecimiento de los hechos", y
durante las que "estuvo sometido a una situación psicológicamente
angustiosa, con falta de sueño y graves trastornos que afectaron a su
ámbito personal y familiar y degeneraron en una situación de estrés
postraumático".
Fernando Osuna, en declaraciones a Europa Press, explicó que al
suboficial "le entró un profundo sentimiento de culpa, aunque ya había
quedado legalmente exculpado". También manifestó que su cliente "se vio
inmerso en una complicada situación de marginación laboral", puesto que
su mando superior "le hizo el vacío y no le apoyó en ningún momento,
llegando a abrirle diligencias por la denuncia que la familia del
fallecido interpuso contra él".
"NO DEBIO SEGUIR DE SERVICIO"
El letrado prosiguió exponiendo que "el principal punto que rebate el
Guardia Civil es el hecho de que los mandos no le concedieran la baja
laboral, cuando claramente no estaba en condiciones de efectuar su
labor". A este respecto, el demandante comenzó de manera "reactiva" a
consumir bebidas alcohólicas, "hasta el punto de enfermar a causa de
dependencia al alcohol", hecho que Osuna admitió tener probado mediante
el testimonio de los médicos que trataron al suboficial.
Añadió el abogado que "mi representado está a expensas de ser juzgado
por un delito militar de causa penal por presentarse embriagado a
tempranas horas de la mañana al trabajo". "No debió seguir de servicio
--concluyó Osuna--, pues él no era libre para beber, estaba muy mal
psíquicamente y las circunstancias lo obligaron".
Por todo ello, el suboficial reclama una cantidad de 150.000 euros,
"atendiendo a otros casos similares que se han resuelto con una
indemnización en torno a esa cantidad".
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